La boda de Mari Carmen y José Manuel en Granada, Granada

Bueno pues mil fotos después, viene la maquilladora otra vez y me retoca, le pregunto a mi madre qué vamos a comer, y me dice: "¿Comer? ¡Si es la hora de irnos!" ¡Y yo sin comer hasta la noche!

Llegamos puntuales a la iglesia, en la puerta mi familia y amigos esperando. En cuanto bajé del coche todos para dentro. Y ya al poner el pie en la iglesia, ver a mi maritido esperándome en el altar. Se acabó el estrés de ese día. Él estaba guapísimo, y la sensación de verle allí fue indescriptible.

La ceremonia fue muy breve pero bonita. El cura al final cuando ya salía la gente, nos felicitó y deseó lo mejor, además de agradecernos la puntualidad jajaja.

De la iglesia a la Alhambra a echarnos las fotos, todo muy bien y muy divertido (aquí ya me había quitado los tacones y puesto las cuñas, porque los caminos de la Alhambra están llenos de piedras y tenía que hacer equilibrismos). Han quedado unas fotos chulísimas, ¡estamos encantados!

A las ocho y cuarto llegamos al hotel, y gracias a Dios tuvimos quince minutos de relax en la habitación antes de bajar a la copa de bienvenida.

Ahí ya fue todo rodado, eso sí, mucha foto de grupo porque somos mucha familia. La celebración genial, el maître del hotel pendiente de cada detalle y de nosotros, la gente disfrutó mucho de la comida y del baile, y todos quedaron encantados con los detalles.

Acabamos a las cinco de la mañana la fiesta, y a las seis estábamos mi chico y yo metidos en el jacuzzi bebiendo champán.

Para resumir, como dijo un miembro muy querido de mi familia: "La boda ha sido preciosa, se nota en los detalles cuando uno pone el corazón en ellos".