La boda de Luis y Cary en Sitges, Barcelona

Yanet llegó muy puntual, yo no había acabado de peinarme, así que empezó a maquillar a mi sobrina, íbamos bien de tiempo. Continuó conmigo y en ese momento ya estaba más relajada. Cuando estábamos acabando, fue que mi sobrina se dio cuenta de que se le había quedado la bata y las zapatillas, ¡tuvo que apañarse con el albornoz del hotel! Al rato llegó Carmen de Lluna Plena Flors con el ramo. Había confiado en ella, no quise ver fotos una vez terminado, algo arriesgado, lo sé, pero no me defraudó, ¡era incluso más bonito de lo que imaginé!

Llegó el fotógrafo unos minutos más tarde y recuerdo ese momento muy divertido con mi sobrina que es muy ocurrente. ¡Hasta animamos a la maquilladora para hacerse fotos con nosotras! Cuando me empecé a vestir, ahí sí dije: ya está, ¡ahora a disfrutar! Miro por la ventana y llovía muy suave, pero no me importó. Llegaron las niñas que llevarían los anillos y pétalos (ahijadas de Luis), ¡y sus caras cuando me vieron con el vestido no tiene precio! También llegó mi sobrino que me acompañaba al altar, supernervioso, y se emocionó nada más verme, ¡fue un momentazo! Al poco rato tuve la sensación de que pasaba algo, llevaba mucho tiempo esperando y no iban a buscarme. ¡Eran las 18:15h! Luis me llamó para decirme que por el viento hubo que recurrir al plan B, pero que me iba a encantar y seguido me llamó la organizadora para decirme que faltaba una invitada y preguntar si empezábamos sin ella. Quien faltaba era una de mis mejores amigas, estudiamos juntas desde los 10 años y había venido desde Miami para la boda, así que dije que sin ella no empezara. La llamé, ya estaba en el parking y subió a la habitación con su hija que también entraría conmigo. Fue vernos y fundirnos en un abrazo, sin palabras, y otra vez empezar a llorar (las gotas para no tener los ojos rojos no sirvieron de mucho). Ahora sí, nos pusimos en marcha.

Al llegar a donde era la ceremonia, siento mi canción de entrada pero a piano y voz por Niki Singer Music. Me quedé parada, pensé que se habían equivocado de salón, pero no, era un regalo. Quería preguntar tantas cosas, pero no había tiempo para dar explicaciones, ¡y al fin entré! Yo siempre imaginé ese momento saludando a todos los invitados, pero al ver a Luis tan emocionado, fue como si no hubiese nadie más. Sin darme cuenta, había apresurado el paso. Mi sobrino me dio un ligero apretón y me susurró que caminara más lento. ¡Ese instante que por fin nos vimos frente a frente y nos abrazamos fue único! Empezó la ceremonia, oficiada por un amigo (la oficiante inicial no pudo por salud). Fue emotiva y con toques de humor, tal y como queríamos. Mi sobrino dio un discurso aún más emotivo si cabe, de reojo echaba un vistazo y cada invitado que miraba estaba llorando, luego leímos nuestros votos e intercambiamos los anillos. ¡Fue todo precioso!

Pasamos al cóctel, en la misma sala, y ahí me detuve a mirar lo bonito que había quedado todo y que el tiempo no impidió tener vistas al mar. Estábamos en una sala circular, en la cúpula del hotel, ¡así que las vistas eran inmejorables! Disfrutamos de los aperitivos, la coctelería molecular de ODrink fue un acierto que gustó mucho y hablamos con los invitados. Hubo muchas risas, emociones y anécdotas. Luego fuimos a hacernos fotos y llegó nuestra entrada al salón. Escogimos una canción de Eric Prydz bastante larga, pero que el DJ de Discotecat supo encajar muy bien. Fue un momentazo todos con las servilletas y las narices de Fundación Theodora.

Un poco antes de empezar la cena, veo una pantalla enorme y a un amigo intentando aclararse con ella. Se pone una luz tenue y comenzamos a ver fotos nuestras. De fondo sonaba "River Flows In You" de Yiruma, la misma que habíamos escogido para nuestros votos. De momento sale en el vídeo otra buena amiga de la infancia que no había podido venir. ¡Era ella quien tocaba al piano! (Es profesora de música y fue una coincidencia lo de la canción). Al terminar nos dejó un mensaje de felicitación. Continuó el vídeo con más mensajes de amigos, todos muy bonitos y alguno muy muy divertido. Cuando creí que se acababa, porque solo salían fotos, sale mi hermana, que está en Cuba, guapísima y dando un discurso con el que lloré muchísimo. Lo mejor de todo fue que cuando acabó la proyección, un amigo me pasa el teléfono y ahí estaba ella por videollamada. ¡No se había perdido nada de la boda! La emoción de ver el trabajo que se tomaron nuestros amigos para editar el video sin tener ni idea, ponerse en contacto con todos y encima estar pendientes entre todos ellos, con los teléfonos de uno y otro para que mi familia viviera conmigo cada uno de los momentos fue el mejor regalo que podía recibir. No puedo describirlo con palabras, ni tampoco recuerdo haber llorado tanto de felicidad en toda mi vida.

La cena fue muy amena y divertida. Por fin, al pasar por todas las mesas a saludar, nos fijamos en la decoración. De las manos de Mar Solá, quedó todo precioso, cada uno de los rincones estaban montados con mucho mimo, sobre todo el photocall (que tiene su historia), muy llamativo, ya que el salón era neutro, ¡nos encantó! Terminada la cena, hicimos el baile. Fue una sorpresa para casi todos, ¡Luis bailó salsa! Nos quedó bastante bien, y luego de tirar el ramo pasamos a la barra libre, que fue muy divertida porque los invitados se pusieron muy creativos con los accesorios que pusimos y el glitter bar. Verlos a todos interactuar y bailar como si se conocieran de siempre fue brutal. Montaron una coreografía con una canción que me encanta, a la que se sumó los que la sabían y los que no, vi bailar por primera vez a mi cuñado, ¡lo dio todo en la pista! Mis suegros también bailaron, ¡fue muy bonito!

A día de hoy no puedo señalar nada negativo. Gracias a todo el equipo de profesionales que escogimos, nuestros familiares y amigos, podemos decir que tuvimos una boda perfecta a pesar de los imprevistos. Todos se volcaron para que nuestro día fuera especial y lleno de momentos inolvidables. ¡Cada paso de toda la organización valió la pena y con creces! El 2/09/2023, ¡sin duda alguna fue el día más bonito y mágico de nuestras vidas!