La boda de Julio y Irene en Madrid, Madrid

Media hora más tarde, llegaron los fotógrafos y me dan la noticia de que mi vestido de Franc Sarabia está manchado... ¡Primer disgusto, pero no el último! Empiezo a vestirme, y uno de los corchetes no funciona... ¡Segundo disgusto! Llega mi padre al hotel, me tranquiliza verle tan guapo y radiante. Entre todos me ayudan a darle la importancia que tiene el tema "vestido"... ¡Toca ponerse la cola, el velo y salir!

¡Me espera un coche clásico precioso en la plaza de las Cortes! Voy camino a la iglesia en compañía de mi padre. Mi madre y mis dos pequeños van en taxi... Llegamos juntos a la iglesia de Santa Teresa y Santa Isabel. Qué bonita estaba la entrada, con esa imponente alfombra roja, y esos adornos florales en la magnífica puerta... Llenita de toda mi gente engalanada con lindos trajes, colores y sonrisas ocultas bajo las mascarillas, pero que rebosaban por los ojos. Menuda sensación...

Salgo del coche... ¡Me quedo sin cola! ¡Se me ha caído toda la cola! Un hombre que miraba expectante, esperando a que "la novia" bajara del coche, se da cuenta y no duda en venir a echarme una mano... Ayuda a mi madre a colocarme la cola. ¡Todos los míos ya dentro de la iglesia!

Es nuestro momento, ha llegado el ansiado día... Han pasado muchas cosas. ¡La pandemia modificó todos los planes, pero conseguimos ganarle la batalla! ¡Mis hijos delante, unos pasos retrasado mi padre y yo! De música de fondo, mi hermana con su cello y mis sobrinas con sus sendos instrumentos, adornando ese momento. ¡Y qué momento! ¡Miraba a un lado y al otro y me hubiera deshecho en dar besos a todos los que allí estaban con nosotros! ¡Qué felicidad! En el altar... ¡Mi amor!

La misa fue preciosa, la organizamos con muchísimo mimo. El Padre Chema, rebosante de alegría. ¡Hicimos de todo! Nos reímos, lloramos... ¡Cuántas emociones juntas! ¡Al terminar, nos fuimos en nuestro coche clásico camino a la Quinta de Jarama donde íbamos a celebrar la cena y el baile! ¡El camino fue toda una experiencia! Por toda la A-1 nos iban pitando, chillando por las ventanillas... ¡La gente nos daba la enhorabuena! ¡Fue muy, muy divertido y emocionante a la vez!

¡En la misma finca nos hicimos nuestro reportaje! ¡No queríamos perdernos ni un minuto de disfrutar con todos los nuestros! ¡Qué bonito estaba todo! ¡Qué alegría tenía la gente! ¡No puedo evitar emocionarme al recordarlo! Tuvimos mucha suerte, el dia 25/6 se relajaron las restricciones Covid... Pudimos celebrar hasta las 3 de la mañana, quien lo consideró pudo quitarse al aire libre la mascarilla (aunque fuimos todos muy responsables). ¡Qué especial fue todo! ¡El cocktail y la cena fueron todo un éxito!

¡Nos faltaron horas para haber estado más tiempo con cada uno de nuestros invitados! Pero las horas que estuvimos, fuimos felices, ¡muy, muy felices! Un autobús nos esperaba para devolvernos a cada uno de los allí presentes a nuestros hogares, cargados de lindas emociones, risas y abrazos que tanta falta nos hacían. ¡Un día inolvidable! ¡Me casaría una vez al año!