La boda de Josep y Isabel en Almansa, Albacete

El día de nuestra boda

Después de dos años y la pandemia de por medio, por fin llegó nuestro día.

Fue un día lleno de emociones: felicidad, nervios y a ratitos tristeza por los que debían estar y no estaban, pero, sobre todo, fue un día precioso donde disfrutamos muchísimo de y con los nuestros y, por fin, pudimos hacer oficial nuestra unión.

El día empezó preparando a la peque. Estos dos años de espera han hecho que esta unión fuera de tres en lugar de dos, lo que la hizo aún más especial.

Llevamos los coches a decorar y ya cada uno por su lado. Intentamos descansar por lo que se venía después, aunque tener un bebé de un año no es sinónimo de descanso.

Después sesión de peluquería, maquillaje y a esperar a los invitados en las respectivas casas con un poquito de café, bebidas y algo de picoteo para pasar el calor.

El fotógrafo pasó por ambas casas a hacer el reportaje y de ahí, nos fuimos hacia el espacio donde se celebraba la ceremonia.

La ceremonia fue preciosa, muy poco convencional, ya que nosotros ya estábamos legalmente casados. Fue mi mejor amiga quien preparó todo y bueno, fue espectacular. Reímos, lloramos, cantamos, nos volvimos a reír. Fue simplemente perfecto. Muchos invitados quisieron darle la enhorabuena porque nunca habían estado en una boda tan especial, diferente y, sobre todo, emotiva.