La boda de Jose y Paty en Barcelona, Barcelona
Elegantes Otoño Blanco 9 profesionales
J&P
24 Oct, 2020El día de nuestra boda
Nos comprometimos en verano de 2019 y teníamos claro que no queríamos estar un año con los preparativos. Fijamos la fecha el 21/3/2020 y empezamos con mucha ilusión todos los preparativos, hasta que llegó en el mes de marzo una pandemia que nos ha trastocado a todos nuestros planes y vidas. A una semana de la boda, con todo listo (por suerte lo único personalizado con fecha eran las invitaciones) se decretó el estado de alarma, nos quedamos en estado de shock y tuvimos que posponer.
Empezamos a mirar fechas para otoño (en marzo no imaginamos que esto iba a durar tanto), y nos costó bastante cuadrar fecha, ya que en ese momento la gente aun no posponía. Finalmente escogimos el 24/10/2020. Al final de todo os cuento un poco como vivimos los 7 meses entre las dos fechas.
En octubre, a una semana de la boda, de nuevo con todo listo, en Cataluña se anunció el cierre de la hostelería 15 días. Nosotros decidimos que nos casábamos igualmente y que la ceremonia la hacíamos. Para el banquete, no nos servía ninguno de los planes que teníamos, pero antes de tirar la toalla preferimos buscar alternativas y no conformarnos con el “a la tercera va la vencida”. Al tener el banquete contratado en un hotel pudimos montar un plan D y hacer una pequeña comida familiar con padres, hermanos y sobrinos. Montamos 3 mesas en el restaurante del hotel (no más de 6 personas por mesa).
Seguir leyendo »Para hacerlo dentro de las limitaciones del momento, la familia de mi marido se hospedó en el hotel, nosotros pasamos la noche de bodas también allí y para mi familia cogimos un pase de habitaciones por horas. El hotel era el Fairmont Rey Juan Carlos I, que se portó también genial con todos los cambios y nos ayudó a encontrar alternativas siempre dentro de la legalidad.
Por fin llegó el día. Siete meses más tarde, por fin llegó el sábado 24/10/2020. Amaneció un día azul sin ni una nube y con una temperatura super agradable (mi padre por si acaso como no quería más sustos había comprado un paraguas jajajaj). Mi marido se cambió con su familia y su amigo testigo que había conseguido viajar con un permiso desde Madrid. Yo me peine en la peluquería y luego mi hermana me maquilló ya que en la peluquería con las nuevas medidas no podían ofrecerme el servicio. Fue improvisado pero genial, pudimos hacernos fotos preparándonos en casa y le quedó tan bien que incluso me preguntaron quién era la maquilladora.
Mientras estaba en la peluquería, Javier de Ros Arte Floral (un encanto de persona), me trajo el ramo, los prendidos y los ramitos para el coche. Y se fue a la iglesia junto con nuestra coordinadora de boda de Ocevents a montar la decoración de los bancos y a dejar los centros de mesa al lugar del banquete. Ambos proveedores son 100% recomendable, serios, flexibles y están en bodas.net.
Sobre las 10:30 el magnífico equipo de fotógrafos de The Fotoshop y nos hicieron unas fotos preciosas (por separado a cada uno en el lugar donde nos cambiamos y con nuestras respectivas familias). Son unos cracks, en menos de 10 días teníamos las fotos en formato digital (están en la sección de proveedores).
Mientras nos estábamos haciendo las fotos tuvimos un invitado online. Para mí era una sorpresa, un amigo de mi marido me hizo el “verso del padrino” (muy típico en Cataluña), me dijo unas palabras por videollamada desde Pamplona (en estos tiempos tenemos que adaptarnos). También vino mi tío a buscarme con el coche y hacerme de chófer, y mi abuela que no vino a la iglesia, pero sí a casa para ver mi salida.
A la iglesia (Sant Francesc de Sales) invitamos a todo el mundo y vino quien quiso y pudo, teníamos el aforo limitado al 50% pero no hubo problemas. Vinieron unas 70-80 personas, todo el mundo respetando mucho las distancias, mascarilla, pusimos geles personalizados, carteles personalizados para recodar el uso de mascarilla, botecitos con pétalos para que la gente no tuviera que meter la mano en un cesto, un boli para cada testigo. Estaba todo superpensado para evitar al máximo el contacto.
Una amiga nos hizo el favorazo de retransmitir la boda en directo por Instagram tv cosa que nos agradecieron muchísimo la familia de mi pareja y amigos que no habían podido viajar por las restricciones y mi abuela (vio la ceremonia dos veces desde un iPad que le dejamos). La ceremonia fue corta, sin misa, para evitar que la gente estuviera mucho rato en la iglesia. Fue muy emotiva; empezó con un discurso del hermano de mi marido y terminó con un discurso de mi hermana (lo tenía preparado para el banquete, pero el cura se lo dejo leer cuando el terminó).
Nosotros estuvimos sin mascarilla todo el rato salvo en el momento de las firmas que había mucha gente en el altar. A la salida salimos sin y en cuanto nos habían tirado los pétalos nos la pusimos enseguida para acercarnos a saludar a la gente. Quien quiso se hizo fotos con nosotros, estuvimos un rato agradeciendo a la gente su asistencia.
Cuando todo el mundo se fue, nuestras familias se fueron al hotel a hacer el aperitivo y nosotros a la zona marítima a hacer fotos (yo soy una apasionada del mar jeje y en nuestros planes originales esta opción no entraba ya que no queríamos perdernos el aperitivo). Cuando ya íbamos para el coche aparecieron dos excompañeras mías de trabajo con un marco y una foto impresa de nuestra salida de la iglesia. ¡No sabéis la ilusión que nos hizo, se lo curraron mucho! En el hotel pese a no tener un salón para nosotros estuvimos genial y muy bien atendidos! Pobre hotel estaba vacío, pero para nosotros fue un lujo porque parecía que lo hubiéramos cerrado para nosotros, los niños corrieron, jugaron y gritaron, y se divirtieron. Al ser tan poquitos pudimos comer a la carta e improvisamos 3 días antes una tarta para hacer el corte nupcial. Hicimos entregas, dándoles detalles a los niños, el ramo a mi madre y las figuritas de la tarta a mi hermana. Incluso con un móvil improvisamos un vals (solo los novios).
Estuvimos de sobremesa hasta las 20h y tuvimos todo lo que hubiéramos tenido en una boda de 300 personas salvo el DJ. El DJ que teníamos contratado (Alex Permanyer), se portó de 10, lamentablemente no pudo hacer su trabajo, pero nos estuvo apoyando, preguntando, ayudando hasta el último momento. Intentamos buscar alternativas para incluirlo en la boda de alguna manera, pero al final no pudo ser.
Por la noche cenamos en otro hotel (Hotel Royal) con la misma fórmula con una pareja de amigos de mi marido (el único que se lo había podido montar para venir de otra comunidad). Nos dio pena no celebrarlo como habíamos planeado, nuestra lista inicial era de unas 300 personas, ¡para marzo teníamos 220 aproximadamente y para octubre unas 80 confirmadas y acabamos siendo 11 más los niños! Nos dio pena no celebrar con amigos, pero bueno ya habrá tiempo para fiestas. De momento viendo las noticias, no queremos hacer planes a largo plazo, ni fechas, ni sitios y cuando nos apetezca ya organizaremos una grande o varias pequeñas.
Queremos dar las gracias también a nuestras tiendas de vestido (Jordi Anguera y Tocador de la novia) y de traje (Toni Barceló) que nos guardaron nuestra respectiva ropa durante meses sin ponernos ningún tipo de impedimento, sino más bien todo lo contrario, nos dieron facilidades. ¡Un gran gracias también a Bodas.net y a todas las parejas que nos hemos estado apoyando tanto en unos tiempos tan difíciles!
Por último, algunos os preguntaréis, ¿Cómo llevasteis el tener que aplazar la boda? Lo he explicado en varios debates, pero os lo resumo de nuevo. Durante estos meses hemos pensado varías veces en la mala suerte que hemos tenido, ya que hemos estado dos veces a una semana de la boda y lo hemos tenido que replantear todo. Han sido meses de mucha ansiedad, contratiempos, lloros, ¡pero lo importante es que nos hemos apoyado y adaptado a las circunstancias y lo hemos conseguido!
Al principio, estuvimos unas semanas bastante desanimados y decidimos no mirar detalles ni nada de la boda hasta septiembre. Pasamos el día de la “no boda” confinados en Francia sin poder salir con varias videollamadas. A medida que iban pasado los meses y se iban levantando restricciones fuimos retomando la ilusión hasta que de repente empezaron a poner de nuevo restricciones de los aforos, mascarillas, prohibición de baile, etc. Al ver que las medidas cambiaban tan rápidamente, dijimos que hasta un mes antes de la boda no íbamos a hacer nada ni pedir a la gente que nos reconfirmara porque sabíamos que nos iban a volver locos con comentarios fuera de lugar....
Yo empecé a leer más el DOGC (boe catalán) que el periódico para estar al día de todas las restricciones ya que teníamos claro que no queríamos hacer nada fuera de lo permitido. A finales de septiembre empezamos a reconfirmar asistencia, encargamos geles, nos hicimos mascarillas a conjunto con los trajes, renunciamos al baile, trazamos un plan A, B y C (luego no sirvió ninguno de ellos). En octubre empezamos a rehacer las mesas, todas de 6 o menos y de gente habituada a convivir. Los aforos no eran un problema para nosotros ya que eran espacios muy grandes y ni en la iglesia ni en el salón del banquete.
Cuando teníamos esto atado y parecía que ya no podía pasar nada más, 5 días antes de la boda decretaron el confinamiento perimetral de la comunidad donde vive la familia de mi pareja. Por suerte la familia pudo organizarse para venirse antes a Barcelona.
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