La boda de Jose y Isabel Maria en Arahal, Sevilla

Llegó el momento del ramo, me lo entregó mi padre junto con mi madre y al salir a la puerta… ¡Sorpresa! Mi vecino, con su guitarra, para cantarme junto con todas mis vecinas y mis amigas… ¡Fue muy emocionante!

Llegó el momento de montarme en el coche e ir en dirección de mi novio. El coche lo alquilé con chófer y la verdad que superbién.

Cuando llegué al salón, fui a entrar y sonó mi música. Se me saltaron las lágrimas. Conforme iba caminando y veía a toda mi familia, amigos, vecinos era más emocionante aun hasta que me encontré la mirada de mi pareja.

La ceremonia fue muy bonita, leyeron mi hermano y mi cuñada (hermana del novio) y fuimos a echarnos unas fotos al barrio donde yo me críe. Después fuimos al salón y estuvimos con los invitados en la copa de espera.

Después, entramos al salón y nos sirvió el brindis una amiga mía que nos decimos primas y, a la pobre, con los guantes que llevaba se le cayó la bandeja.

La comida estuvo fantástica y entre medio le dimos un ramo a nuestras madres y, a continuación, pusieron la canción de cumpleaños feliz y yo llevé una tarta en las manos porque era el cumple de mi primo.

Después, llego la barra libre y todo fue fantástico. Tuve una boda de ensueño, se pasó muy rápido, pero disfruté de cada momento. Cuando terminó la boda nos fuimos de copas hasta que el cuerpo aguanto.