La boda de Jose y Eliana en Cala Llombards, Islas Baleares
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J&E
08 Ago, 2013El día de nuestra boda
Somos Jose y Eliana, tenemos 33 y 34 años, hoy queremos compartir con vosotros nuestra experiencia, porque después de vivirla, estamos aún más convencidos de que todos los sueños son posibles.
Desde el principio teníamos como deseo realizar la ceremonia de nuestra boda en una playa de aguas turquesa, la búsqueda fue larga y difícil sobre todo por nuestro escaso presupuesto, pero aun así encontramos el lugar ideal en Mallorca, una Cala preciosa "Cala Llombards". Ya teníamos la ceremonia, ahora debíamos encontrar el lugar para la recepción. Todo escapaba de nuestras posibilidades, pero un día se nos ocurrió mirar fincas y encontramos a unos 40 minutos de Cala Llombards una hermosa casa típica mallorquina, amplia y con una historia increíble. Lo mejor fue que el precio era accesible y la casa nos serviría para hospedarnos en ella, además de convertirse en el lugar para la recepción de la boda.
Como lo hicimos todo con mucho tiempo de antelación, buscamos con calma todo lo necesario: pasajes de avión, alquiler de coche, música, catering, oficiante… Nos pusimos manos a la obra para crear detalles hechos por nosotros y ahorrarnos lo máximo posible.
Seguir leyendo »La invitación la creamos nosotros, fue una vídeo invitación. En cuanto al reportaje fotográfico, prescindimos de él y optamos solo por el vídeo reportaje y no nos equivocamos, son los mejores. Encontramos un estupendo oficiante, el Teniente Alcalde de Campos. También con el dueño de la casa tuvimos mucha suerte, fue muy atento y colaborador. Como decimos nosotros, son ángeles en nuestro camino.
Una vez que todo estaba seleccionado y concretado, enviamos a los invitados toda la información necesaria para hacerles más fácil la posibilidad de acompañarnos ese día (lugares para hospedarse, precios, pasajes, lugares para visitar haciéndole una selección de los 10 lugares top que no debían dejar de visitar). Creamos un blog para solucionar todas sus dudas.
Decidimos estar 5 días (del 5 al 10). Volamos el día 5 de Málaga a Mallorca, llegamos tarde, pero con la emoción de que ya estábamos allí junto a algunos de nuestros familiares que venían de distintos destinos (Alemania, Florida, Venezuela, Tenerife, Madrid, Sevilla, etc.). Ese día nos reunimos con los que ya habían llegado y fue todo muy bonito. El día 6 y 7 fueron días de ir con el tiempo contado, ultimando detalles. En nuestro caso, los del catering fueron más bien un dolor de cabeza, que no dejamos que nos afectara, ya que teníamos claro que era nuestro momento y nada ni nadie nos lo estropearía. Fueron los únicos que nos provocaron dolores de cabeza, pero valían por 10. Además, el día 7 nos llamó la del catering para decirnos que nos llovería todo el día, con muy poco tacto, ¿se imaginan?
En fin, como los dos juntos somos un buen equipo, fuimos corriendo a llevar los huevos a Santa Clara y pedirle que no lloviera a partir de las 5. Aprovechamos bien el día y solucionamos todos los inconvenientes.
Como podéis leer, el día antes de nuestra boda estuvimos de un lado para otro y llegamos a la casa donde estaban ya casi todos los invitados que vinieron a vernos. Fue muy agradable llegar después del ajetreo y verlos allí, reírnos con ellos, nos relajamos. Llegó la hora de dormir y nos sentamos cada uno de forma individual e íntima a escribir una carta para el otro, una tarea que nos encomendaron los del vídeo reportaje. Al terminar, caímos rendidos.
Llegó el día tan esperado, el 8 de agosto de 2013. Amaneció radiante, un sol estupendo. Fuimos a buscar un encargo de flores para decorar la casa y el ramo de novia. Dos amigos fueron a buscar nuestros trajes, que estaban en la tintorería, mientras los más cercanos estaban en la casa ayudándonos con los pequeños detalles. De vuelta en la casa, nos pusimos con la decoración que quedaba pendiente (montar el photocall, los farolillos, los banderines, la mesa de las chuches, decorar con las flores, etc.). Llegaron los cámaras y nos hicieron un pequeño reportaje mientras caían unas gotas de agua, hasta que llegó la hora de alistarnos. Nos despedimos con un besito y cada uno a una habitación.
Mientras nos arreglábamos, nos hicieron una pequeña entrevista los cámaras, muy bonita y emotiva y de pronto comenzó a llover, ¡ay, qué nervios! Pero poco a poco fue cesando.
Jose estaba muy nervioso y mientras más se acercaba la hora, más nervioso me ponía. Yo estuve listo antes que Eli, como es usual en estos casos, así que me reuní con los demás y emprendimos el camino.
Eliana: en mi habitación entraron las damas de honor a acompañarme. Como detalle por estar a mi lado les regalé un colgante con un corazón y la inicial de cada una. Un amigo fue quien me peinó mientras escuchaba mis votos, que los repetía sin cesar para no olvidarlos con los nervios. Mi hermana me ayudó a colocarme el vestido, luego me quedé sola en la habitación con los cámaras. Ya no se escuchaban voces, mi padre y mi hermano me llevarían, abrí la puerta y allí estaban esperándome, muy guapos.
Entonces recordé que yo quería gastarle una broma a Jose para liberar tensiones y tenía todo preparado, así que se la conté a los cámaras para que no perdieran detalle. Mi hermano entraría en mi lugar vestido de novia, ¡imagínense!
Emprendimos el camino, yo mientras más cerca del lugar, más nerviosa. Justo antes de llegar, detuvimos el coche para que mi hermano se pusiera lo mayor: el vestido, los zapatos y la peluca. Seguimos hasta llegar y aparcamos el coche. Ayudé a mi hermano para que no le reconocieran con un paraguas de encaje blanco y un pañuelo. Seguro que os podéis imaginar la reacción, todos lo miraban desconcertados, y cuando mi hermano se acercó a darle un beso a Jose le habló con su voz gruesa y se quitó la peluca. Todos se sorprendieron y comenzaron a reír sin parar. Cuando mi hermano volvió corriendo, al fin, emprendí mi camino al altar.
Nuestra ceremonia fue especial, hicimos la ceremonia de la arena; las arenas se unen de tal forma que quedarán indivisibles para siempre. Fue maravilloso, nuestros seres amados a nuestro lado en aquel lugar paradisíaco, con un saxofonista tocando nuestras canciones mientras pronunciábamos nuestros votos y nos dábamos el 'Sí, quiero', un momento que quedará grabado en nuestros corazones.
Al finalizar, disfrutamos un rato del lugar y luego partimos a la casa donde nos esperaba un cóctel de bienvenida, los aperitivos y luego el banquete. Fue memorable estar sentados en aquella mesa rectangular, tipo boda griega, mientras reíamos recordando la broma y de vez en cuando escuchando el brindis cargado de palabras de amor de algunos de nuestros familiares o amigos.
Llegó el baile de novios, lo disfrutamos mucho, pero no tanto como el momento mágico vivido al lanzar los farolillos voladores mientras, tras nuestras peticiones, los invitados pedían un deseo para nosotros, los novios, y uno para ellos. Allí nos encontrábamos todos unidos, ayudándonos a encender los farolillos. Luego los soltamos al aire mientras dirigíamos las miradas al cielo y los farolillos se distanciaban hasta parecer estrellas.
Esta fue nuestra aventura, nuestra experiencia que sentimos como mágica. Ahora nos queda nuestra luna de miel, para ella tendremos que ahorrar, nuestro sueño es ir a Tailandia y sabemos que, con el favor de Dios, lo conseguiremos.
Un beso y la mejor de nuestras energías para todos.
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