La boda de José y Aida en Ejea De Los Caballeros, Zaragoza

El día de nuestra boda

Me levanté a las 07:00, y eso que aún faltaba media hora para que me sonase la alarma (lo recalco porque quien me conoce un poco sabe que me preocupaba el tener que madrugar porque no lo llevo nada bien). Desayuné un poco y me arreglé antes de ir a la peluquería. Fui a la peluquería a las 09:00 y seguidamente al maquillaje. Sobre las 11:30 me empecé a vestir (la ceremonia era a las 13:00). Llegaron mis amigas justo cuando iba a empezar a vestirme y al salir de la habitación ya estaba mi padre también. Todos se quedaron con la boca abierta cuando me vieron. A las 12:30 llegó mi primo con el coche y 20 minutos después salimos hacia el complejo donde se iba a celebrar todo. Yo estaba relativamente tranquila, pero cuando vi a mi marido, que estaba hecho un flan (los invitados y el maestro de ceremonia estuvieron todos pendientes de él hasta que llegué porque pensaban que le iba a dar algo), yo también me puse así. Entré por la alfombra roja cogida mal del brazo de mi padre, mejor dicho mi padre me cogió a mí, jajaja, y me temblaba hasta la cara. La ceremonia fue superbonita y emotiva. De lo bonita que fue nadie se acordó de entregar los conos con confetis hasta que iba a terminar y no nos dejaron ni salir por la alfombra a los dos porque en el momento que mis primas entregaron los conos nos tiraron los confetis, jajaja. Después nos hicimos las fotos con los familiares y amigos. Tengo que decir que no tenemos fotos posando de ese día porque hacía muchísimo cierzo y había mucho sol, y como la fotógrafa era mi mejor amiga, dijimos que para el atardecer mejor y se nos olvidó. Tenemos muchas fotos, pero no posando, así que haremos fotos postboda (que ya lo pensábamos hacer pero ahora más). A continuación fue el cóctel, al no ir a hacernos las fotos pudimos disfrutar de todos los invitados y estuvo genial. Luego los invitados entraron al restaurante y nosotros nos quedamos fuera esperando a que nos avisaran para entrar. Empezó la comida y todo genial, en el momento entre el pescado y la carne entregamos los detalles especiales y fue una emoción para los cuatro. Cuando tocó cortar la tarta también fue un momento superbonito, pero sobre todo me quedo cuando entregué el ramo a mi mejor amiga (no se lo esperaba y se emocionó). Me encanta ver ese vídeo porque es precioso. Después de cortar la tarta, le entregamos un trozo a mi amiga, que al día siguiente era su cumpleaños, con un detalle y tampoco se lo esperaba, pero rsta, que es muy bestia, me dijo en plan broma "te voy a matar", porque le daba vergüenza que todos le estuviésemos cantando el cumpleaños feliz, jajaja. Más tarde fue el baile nupcial, sí, sí baile nupcial, como leéis, sin haber ensayado nada porque os recuerdo que mi marido no quería bailar, empezó a sonar I want to break free y mi marido fue el primero que quiso bailarla como baile nupcial. Poco más de 1 minuto y abrazados, pero bueno, lo hicimos, jajaja. A continuación empezó la barra libre, al final de DJ tuvimos a mi primo (mi chófer), y todos nos sorprendimos de que lo dio todo e incluso lo hizo mejor que un DJ profesional. Micrófono en mano, animando a todos... Brutal. En la barra libre sacaron la merienda y también muy bien. A las 22:00 llegó el autobús a buscarnos, bueno en el autobús seguía la fiesta (hasta el conductor lo dijo, que menuda juerga). Fuimos a dejar a mi marido en casa, que el pobre no podía más, y me fui con mis primos, sus chicas y una amiga a tomar algo en plan tranquis. A mí al final me dieron las 02:30 de la madrugada, jajaja. Por cierto, se me ha olvidado deciros que antes de terminar la comida algunos invitados (incluido el novio) ya iban con accesorios del photocall, jajaja. Bueno, después de resumir nuestra boda, os voy a decir que no os ralléis por "tonterías", porque va a salir todo genial, para eso se contrata a profesionales que saben y entienden, y que si no os queda de otra que invitar a alguien que no os gustaría que estuviera, no os amarguéis, porque me pasó con la sobrina de mi pareja, que ni nos hablamos y me amargó saber que venía hasta la noche de antes, pero llegó nuestro día y me dio igual que estuviera, solo disfruté y me lo pasé genial con mi marido y toda la gente que nos quiere. El viaje de novios ha estado genial, en Italia y el norte de España (Zarautz, San Sebastián...), pero hoy ya toca volver a la realidad y a las rutinas de nuestra vida.