La boda de Jordi y Anna en Sant Hilari Sacalm, Girona

Con la peluquera y maquilladora que escogí, "Peluquería Anna Serra" de Granollers, la cual estoy superagradecida por el trabajo y las ganas que en todo momento puso, pude compartir esos momentos de nerviosismo del inicio. Sobre todo cuando desde la habitación que me maquillaba y peinaba empezamos a escuchar cómo iban llegando los invitados.

El Monestir de Sant Salvi es un lugar precioso en medio de la montaña. Ricard, la persona que lo gestiona, es súper amabale, flexible y siempre dispuesto a ayudar en todo. Desde el primer momento que llegamos al Monestir, nos enamoramos y supimos que ese iba a ser el lugar donde nos daríamos el "sí, quiero". A partir de ahí, Ricard nos guio y nos dio referencias de varios proveedores, lo cual nos ayudó mucho, ya que nosotros no somos de la zona.

Durante el aperitivo contratamos los servicios de Pep Poblet, un saxofonista increíble que creó un ambiente relajado y romántico y al final del aperitivo sorprendió a los invitados con 3 o 4 canciones donde todos pudimos saltar y bailar. Una vez finalizado esto, abrimos las puertas del salón de banquetes, un espacio maravilloso donde el equipo de Discomobil Sono Acció fueron los encargados de iluminar e insonorizar. Isaac nos ayudó en absolutamente todo, creó el espacio que habíamos imaginado con un juego de luces y música mágico que captó la atención de todos nuestros invitados.

El banquete lo dejamos en manos del catering Cal Blay, no podemos estar más contentos con ellos. Su flexibilidad, capacidad de entender todo lo que proponíamos, adaptación de cambios, creatividad, ayuda constante en todo momento desde antes de contratar hasta el último momento... Sólo tenemos palabras de agradecimiento.

El pastel nupcial fue obra de Xocolates Granollers, un obrador magnífico ubicado en Granollers y liderado por Joan Bonet, maestro chocolatero que nos hizo un sacher de albaricoque... ¡Buenísimo!

Como regalo para los invitados decidimos donar dinero a dos asociaciones. Fundación Josep Carreras y Fundación Aladina. Tienen varios productos a la venta donde las recaudaciones las invierten en investigación de la leucemia y en mejorar la unidad de oncología de pediatría del hospital de la Vall d'Hebrón. Nosotros decidimos comprar las gafas de realidad aumentada hechas por los niños de la unidad de oncología y un tubo de ensayo lleno de lacasitos de la Fundación Josep Carreras. La verdad que creemos que fue un regalo muy acertado, ya que los invitados se pusieron las gafas en el momento de la fiesta y además conseguimos que algunos invitados se sumaran a la causa e hicieran alguna donación.

La decoración floral la dejamos en manos de Flors Laguarda, ubicados en Santa Coloma de Farners y dirigido por Eduard Maynegra, Os dejo algunas fotos para que podáis ver lo bonito que lo hicieron. Nos casamos un 22 de abril. En Barcelona, el día 23 de abril celebramos Sant Jordi y es tradición regalar rosas a las mujeres. Por eso decidimos ambientar toda la ceremonia y banquete con rosa roja, rosa crema y rosa rosada. ¡Pura fantasía! ¡Eduard hizo un trabajo magnífico!

Después del banquete contratamos a Los 80 Principales, un grupo de música muy especial que fue clave para empezar la fiesta y la barra libre y todos pudimos disfrutar del inicio de fiesta como nosotros nos habíamos imaginado.

Durante la barra libre, no podía faltar un fotomatón que plasmara los momentos más divertidos, ¡así que gracias a ellos tenemos recuerdos de momentos muy graciosos!

Como fotógrafo y videógrafo confiamos con Jordi Tudela, un profesional que ya nos había encandilado mucho antes de decidir que nos íbamos a casar, así que nunca tuvimos dudas de dejarlo en sus manos. ¡Por su estilo, su profesionalidad, su mimo y sus fotones!

Una anécdota de la boda es que dos meses antes fuimos a esquiar y me caí de espaldas dándome un golpe muy fuerte en las lumbares. Eso me comportó estar un mes prácticamente sin poder sentarme, no poder andar mucho, etc. Por suerte, me recuperé y el día de la boda fue genial. No obstante, mi vestido llevaba mucho escote en la espalda y mucha cola. Con lo cual, al recoger la cola y engancharla con el corchete, todo el peso recaía en mis lumbares y unos días antes de la boda tuve miedo a que me pudiera crear dolor de lumbar de nuevo. La modista tuvo la gran idea de que mis amigas me cortaran un trozo de cola para poder quitar peso y la verdad que fue muy divertido (y muy útil). Justo antes de entrar en el banquete buscamos un momento para poder hacerlo y el fotógrafo plasmó esos instantes para siempre.

Tal como decía, fue un día mágico, increíble y espectacular que jamás vamos a olvidar.

PD: Las fotos que os comparto no son las oficiales del fotógrafo, sino las que hicieron los invitados, ya que las del fotógrafo todavía no las tenemos.

Anna & Jordi.