COVID-19 Seguimos a tu lado en estos momentos. Consulta nuestro Centro de Ayuda.
Modernas Otoño Azul 9 profesionales
J&E
27 Oct, 2018El día de nuestra boda
Los días previos hacían presagiar que iba a ser un día mágico... y así fue. A pesar de que el día despertaba nublado y con previsión de chubascos (que más tarde se confirmaron), la mañana iba llevando en volandas a los novios.
Jesús, junto a su familia, disfrutaba de esos momentos previos de: ducha, preparar ropa, desayuno... hasta la llegada de la fotógrafa. Ahí empezó el ajetreo y el movimiento. Foto aquí, foto allí, la madre que le ponga la corbata, el padre los gemelos... que vienen los abuelos, foto todos juntos, etc.
Por otro lado, Elisabet iniciaba su día con algo de tristeza. Tal y como había presagiado durante toda la semana, la lluvia hacía acto de presencia (aunque eso no iba a estropear ese día tan deseado)
Así que ella inició su puesta a punto por todo lo alto: maquillaje, peinado, vestido... y todo seguido de muy cerca por su familia y la fotógrafa, que ensalzaba en cada momento la luz que desprendía Elisabet.
Después de los preparativos, los dos se dirigieron hacia el restaurante. Allí esperaban en unos preciosos y mojados jardines y bajo una torrencial lluvia (suerte de la carpa engalanada) los invitados. Estos, expectantes y deseantes de que empezara la ceremonia y dispuestos a darlo todo y disfrutar a lo grande.
Seguir leyendo »Jesús hacía su entrada, Il divo de fondo, hacía temblar y emocionar a la gente... y alguno se frotaba los ojos de verlo en aquella guisa y luciendo como un galán de telenovela.
Elisabet se hacía esperar, la lluvia seguía, aunque un claro asomaba por el final del pasillo nupcial... era ella, radiante, feliz, sonriente. La música sonaba y las almas empezaban a dejar caer lágrimas de emoción, alegría y orgullo. Bellos momentos, eternos, pero tan cortos que vivirlos una y mil veces más sería un placer.
La ceremonia seguía su curso, presentación, parlamentos (emocionantes, con humor, con lágrimas...), anillos, el sí quiero, toda una correlación de momentos únicos, mágicos... que daban, por fin, el fruto de muchos años de noviazgo. Ahora sí, marido y mujer.
Pero todo acababa de empezar... nos esperaba una tarde llena de momentos irrepetibles, un sinfín de vivencias llenas de amor, magia e ilusión: entrada con los invitados en pie, trucos de magia (fuego, predicción, levitación...), baile de invitados, regalos a los familiares... hasta llegar al gran cierre de fiesta: el baile.
Empezó con un baile lento, sensual y lleno de amor protagonizado por Jesús y Elisabet, bajo la canción de Amarte por mil años más. Pronto se animaron todos y todas, mayores y jóvenes, niños y abuelos...
El día mágico acabó como cualquiera hubiera deseado... Con una multitud de gente disfrutando, riendo, felices. Después de años, meses, semanas, días... vivirlo merece la pena.
Servicios y Profesionales de la Boda de Jesús y Elisabet
Otros Proveedores
Otras bodas en Turó del Sol
Ver todas
Otras bodas en Barcelona
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario