La boda de Javier y María José en Fuenlabrada, Madrid

El día de nuestra boda

Deseo compartir con todos el relato de mi día ya que con todos los que hemos compartido este día hemos encontrado tanto apoyo y complicidad que siento que os lo debo más que a nadie. Javi y yo tenemos tras nosotros una historia de vida compartida durante casi 10 años. Después de este maravilloso tiempo juntos sentimos que necesitábamos hacerlo oficial, celebrar nuestro matrimonio y vivirlo con nuestra familia y amigos y pusimos fecha de boda hace ya casi dos años. Durante estos dos años han sido muchos los preparativos, compras, y ajetreos que hemos tenido para procurar que fuese un día especial, y lo fue, tanto, que aún lo pienso y no me lo creo. El día de mi boda me desperté a las 7 y media muy tranquila y me duché porque teníamos que estar en la peluquera a las 10:00 a ponernos preciosas para el gran día. Antes desayuné y pasé el día tranquila, mi hermano, mi pequeño padrino, fue a por mi ramo de novia que me encantó. A las 15:30 vinieron los fotógrafos y comenzaron todos a hacer su trabajo. Cierto es que llegué algo tarde a la iglesia por unos pequeños vecinos que no dejaban libre el ascensor (bueno, mi retraso fue de 10 minutos). Esos minutos fueron los únicos que estuve nerviosa porque no quería retrasarme tanto pero a partir de mi llegada todo fue magia. Al llegar a la iglesia me abrió la puerta de la limusina mi hermano y ahí me estaban esperando parte de mis invitados con sus espectaculares trajes y vestido. Cuando por fin comenzó a sonar la canción que habíamos elegido para mi entrada se me puso el corazón a mil y yo creo que no caminé sino que hice un spring hacia el altar. Era un sueño hecho realidad, por fin me casaba con el amor de mi vida, que me estaba esperando guapísimo y sonriente. La ceremonia fue corta y preciosa y nos pudimos hacer fotos después en el altar, que estaba precioso decorado. A nuestra salida arroz, pétalos, confeti y cañones caseros made in pedroches. Todo fue precioso, lo disfrutamos con una alegría inmensa. Saludamos a todos nuestros invitados y nos marchamos en la pedazo de limusina para hacernos las fotos. Nos las hicimos en el Parque Juan Carlos I de Pinto. Al llegar al restaurante hacía pocos minutos que comenzó el cocktail y ya pudimos saludar a todos nuestros invitados como se merecían. La entrada a la finca fue muy emocionante, tanto que creía que se me desencajaba la sonrisa de lo feliz que estaba. Y acompañándonos en nuestra entrada la banda sonora de Armagedon, espectacular. El regalo de mi hermana no tengo palabras para explicarlo. Te quiero tanto Gema, eres muy grande, brillas con luz propia. Fue creación suya el increíble árbol de los deseos. Muy agradecidos a todos por vuestros deseos, ¡¡os aseguramos que juntos día a día nos vamos a encargar de cumplirlos!! La cena transcurrió tranquila, con muchas risas porque la gente estaba muy animada, después repartimos los ramos de flores a las mujeres más grandes de nuestras vidas sonando Amaia Montero. Nuestras madres y abuelas. Repartimos los regalos a nuestras hermanas y hermano sonando El Canto del Loco, y mejores amigas con Amistad de Laura Pausini. Espero que los regalos que preparamos con todo nuestro cariño os llegaran un poquito al corazón. Abrimos el baile de novios con Everytime we touch, de Cascada. Intentamos hacerlo lo mejor posible y esperamos que os gustase (Olvidar el enganchón, ¿qué enganchón? xD?) Yo he de decir que en el baile estaba muy emocionada y ahí si me costó contener la lagrimilla ¡y lo conseguí! jeje Comenzó el baile y eso ya fue un despiporre, todo el mundo animadísimo, nosotros los novios los primeros, riendo, bailando, ¡disfrutando porque os veíamos disfrutar! Un día inolvidable, un día lleno de felicidad en el que Javi y yo no pudimos para de sonreír y emocionarnos con tantos sentimientos tan intensos. Gracias a todos y a todas, ¡¡por habernos acompañado en el día más feliz de nuestras vidas!! Os queremos, porque sois grandes, y deseamos que lo hayáis disfrutado tanto o casi tanto como nosotros, porque lo preparamos todo juntos con mucho cariño para que fuese un día especial y que recordarais siempre con una sonrisa dibujada en la cara. Y para terminar decir que tengo a mi lado el hombre más maravilloso del mundo. Mi marido, al que amo con locura, y con el que me volvería a casar todos los días de mi vida. Un beso enorme .