La boda de Isidro y Carolina en Benidorm, Alicante

Entre que el wedding planner me metió prisa y mis nervios no ayudaron, ni me acordé de esperar a que mi sobrina entrara primero. Meses esperando y dudando de cómo saldría porque tiene menos de 2 años, pero llena de ilusión y en ese momento no acordarme. Bueno, la ceremonia salió preciosa, tal cual yo esperaba y con lágrimas incluidas.

Después tocó sesión de fotos y también deseando verlas. La entrada al banquete fue genial, se animaron a bailar hasta las personas más mayores y la comida bien. El servicio genial, todo el mundo nos felicitaba porque la verdad es que fue inmejorable. Le regalamos un ramo a nuestras madres y unos vinos a nuestros padres. Fue un momento precioso, no se lo esperaban para nada y mira que ya es casi tradición.

El ramo por supuesto fue para mi hermana. Ha sido un apoyo fundamental para la boda y fue como decía la fotógrafa, mi ángel de la guarda ese día.

Después mi cuñada había preparado la ceremonia de la arena en la que aprovechamos y nos dijimos unas palabras que ambos habíamos preparado. ¡Fue precioso!

Llegó la hora del baile y uno de los momentos más importantes para mí se estropeó porque nada más empezar, mi marido empezó a decir: "se me ha olvidado todo...". Pero bueno, aunque no fue como lo tenía preparado lo salvamos bailando y mirándonos desde el corazón y debió llegar a los invitados porque al acabar estaban emocionados. En general, estoy contenta con mi boda. Fue un día maravilloso, solo cambiaría el momento entrada y el momento del baile, pero supongo que, aunque para mí es una espinita, en todas las bodas tiene que pasar algo. Pero aun así fue uno de los días más maravillosos de mi vida.