La boda de Hermógenes y Rosa en Chiclana De La Frontera, Cádiz
Elegantes Otoño Blanco 2 profesionales
H&R
19 Oct, 2013El día de nuestra boda
Nos conocimos en Cartagena, una noche de verano. A los 4 años de relación, me pidió matrimonio en la boda de unos amigos, fue un momento súper especial.
Decidimos casarnos en mi tierra, en Cádiz. Sabía que sería una locura organizar todo a distancia, pero el esfuerzo, las horas delante del ordenador, las de cientos de llamadas telefónicas merecieron la pena.
Tras haber hecho un par de viajes a Cádiz, en menos de una semana, cerramos fecha y hora con la iglesia, contratamos el DJ, fotógrafo, flores, y la prueba del menú. Por eso digo, que una boda se puede organizar en poco tiempo si te lo propones.
Nos fuimos a Cádiz una semana antes de la boda, con mis padres, mi suegra y los abuelos. En dos coches íbamos 8 personas, mi vestido de novia el traje del novio, las maletas de todos para 2 semanas, la cesta con los saquitos de arroz, todos los regalitos para los invitados ¡¡y mil cosas más!!
Llegamos a Cádiz y nosotros decidimos quedarnos en el hotel, Vincci Costal Golf en Sancti Petri (Chiclana-Cádiz), para organizar los últimos preparativos y estar allí más relajados.
Seguir leyendo »Lo divertido de todo, que unos días antes de la ceremonia, iban llegando invitados al hotel, y disfrutar esos días antes de la boda con ellos fue genial.
Voy al gran día:
La noche anterior de la boda cada uno dormimos en habitaciones diferentes. La peluquera y maquilladora llegaron a las 9 de la mañana. Los nervios los tenía bastante controlados, parecía que no me casaba yo.
Una de mis mejores amigas, se encargó de recoger mi ramo en la recepción del hotel. Cuando apareció en la habitación como mi ramo de girasoles me emocioné mucho, ya que el hombre de la floristería lo hizo a su gusto, según las explicaciones que le di y me encantó como quedó el ramo.
El tiempo se me echaba encima, y a las 12 menos cuarto, ¡¡yo sin vestir!! Todo con prisas, que no se me olvidara nada.
Camino al coche los nervios ya afloraban cada vez más, ¡¡el paseo por el pasillo de la iglesia me daba mucho miedo!! Pero fue bajarme del coche y en mi cara solo había una gran sonrisa. No podía dejar de sonreír en ningún momento.
Contratamos al grupo "Alla Corda" de Sevilla para la ceremonia (cuarteto de cuerda y piano). Mi entrada fue súper emocionante sonando el canon de Pachelbel. Parecía que iba flotando del brazo de mi padre. Yo que soy de lágrima fácil ( y cada vez que escuchaba la canción en casa me decía a mi misma: ¡¡Seguro que vas a llorar!!) no solté ni una lágrima. Solo me salía reír y reír.
Mi novio en el altar estaba súper nervioso, me dijo que le temblaban las piernas. Pero cual fue mi sorpresa al llegar al altar, que en vez de darme un beso en la mejilla o en la frente, ¡¡plantó la rodilla y me besó la mano!! ¡¡La gente no se lo podía creer!! No me canso de ver el vídeo de ese momento.
La ceremonia fue sin misa, muy breve, pero con una música de fondo que a todos les emocionó.
Terminó la ceremonia y ¡¡ya te sientes súper relajada!! Felicitaciones y fotos por todos lados.
Todos, se fueron al hotel y nosotros a un mirador en la playa de Sancti Petri con unas vistas preciosas. Nosotros no somos de mucho posar, pero el resultado fue genial, y mis felicitaciones a nuestro fotógrafo Cata Zambrano.
Los invitados nos esperaban en el hotel, bajo un chamizo en los jardines del hotel. El día amaneció nublado con pintas de lluvia y al final no cayó ni una gota. ¡¡Qué más podía pedir!! Para hacerle el tiempo de espera algo más ameno, hicimos un photocall con el diseño de nuestra invitación de bodas.
El cóctel se hizo a base de productos típicos de la tierra. Tortillas de camarones, gambas de Sanlucar, cazón en adobo y como no, en una boda no puede faltar un buen jamón de bellota y queso curado.
Para el convite cambiamos de lugar. De eso modo vas moviendo a los invitados de un lado a otro y así no se acomodan. Entramos al salón con la canción de Marisol: Corazón contento. Fue un triunfo, todos de pie bailando con nosotros.
Mi mesa no fue la típica presidencial. Eso no me gustaba. Mi mesa era una mesa como las demás, en el centro del salón, con mis padres mi suegra y los abuelos. Si tienes ese detalle de sentar a los abuelos contigo, se sienten súper especiales ese día, y así no pierden ningún detalle de ese gran día.
En el salón tuve el detalle de imprimir fotos nuestras en gran tamaño, para quitar unos adornos de la pared que no me hacían mucha gracia. ¡Al final la gente se rifaban las fotos! Todo el mundo quería una.
En el convite tuve varios detalles: para las más jóvenes unos monederos de Bimba y Lola (comprados en una tienda outlet) y para las mujeres más mayores unas toallas de zara home. Y a todas ya estuvieran casadas o no les puse un alfiler con forma de peineta. A los hombres les regalamos un pen drive con nuestras iniciales grabadas que encargué por internet.
Por otro lado, a mi padre la noche antes de la boda, le regalamos unos gemelos y a las madres y abuelas ramo en miniatura como el mío y una pulsera con un corazón donde grabamos nuestras iniciales y la fecha de la boda. Había que tener un buen detalle con ellos, porque nos ayudaron mucho en hacer posible nuestra boda.
El momento más emotivo para todos fue la hora del brindis. Mi marido dio un discurso en memoria de su padre con una botella de coñac que su padre compró hace muchos años en su luna de miel. Mi marido estuvo guardando esa botella hasta el día de la boda.
El convite fue todo un éxito, la comida a todos los encantó desde el primer plato hasta el postre. La sobremesa se alargó hasta las 6 de la tarde. Yo porque solo tenía 97 adultos, pero para repartir los detallitos te lleva un buen rato.
Para el baile, pasamos a otro salón donde nos esperaban dos barras, una de cubatas y otra de cócteles. Abrimos el baile con la canción "stand by me", pero la versión de Playing for change que es algo más divertida. Me gustó la espontaneidad de los invitados, que empezaron a hacer un corro a nuestro alrededor.
Un consejo que doy, es que bailéis con vuestro padre esa canción que tanto le gusta a él, por mucho que a ti no te haga mucha gracia. ¡¡La cara de felicidad de mi padre en ese momento no lo cambio por nada!!
Mi prima, me hizo un regalo súper bonito. Ella misma preparó el candy bar de chucherías y fue todo un triunfo para la barra libre. Quedó muy bonito, con unas bandejas y unas macetas del ikea. Muchas novias, descartan este servicio, porque a veces se sale del presupuesto, pero si tienes alguien que te lo haga, con unas pocas ideas y un poco de imaginación ¡tendrás una mesa de chuches estupenda!
Poco a poco los invitados, sobre todo la gente mayor, se fue retirando, pero los que nos quedamos aguantamos hasta las 3 de la mañana desde las 12 que empezó la boda. Mi consejo, es que si tienes la ocasión de hacer tu boda en un hotel, es la mejor idea. Siempre te hacen descuento en el alojamiento para los invitados y muchos prefieren pasar allí la noche, son preocupaciones de tener que coger el coche. En mi caso, al venir muchos invitados de fuera, era la mejor opción de todas, y todos salieron encantados del hotel, ¡¡nadie se quería ir!!
No sé qué más puedo decir, mi boda fue un momento mágico, donde todos estuvieron súper cómodos y encantados desde el principio hasta al final. Desde la ceremonia hasta la barra libre todos me felicitaron por la boda, y a día de hoy, pasados ya 6 meses todavía hay gente que recuerda hasta el último detalle de ese día.
Organizando todo a tu gusto, con un poco de maña y con ayuda de familiares y amigos que se ofrecen para ello, seguro que será el mejor día de tu vida, como fue mi boda para mí. El día más especial e inolvidable de mi vida
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