La boda de Gotzon y Elena en Mundaka, Vizcaya

El día de nuestra boda

Después de pensar y pensar en detalles, comida, invitados, forofo, etc., todo ha resultado mucho más fácil y rápido de lo esperado. En mi caso, transcurrió todo así.

Desayuno, como en un nube, la verdad es que un poco bloqueada. La primera en venir fue la fotógrafa, Marta, un sol y muy profesional. Seguido, Isa, la maquilladora, y Ainoa, la peluquera. Alucinante, la verdad estoy encantada con lo que hicieron conmigo.

Para cuando me di cuenta ya era tarde y teníamos que salir disparados. Ah, por cierto, el tiempo fue horrible, llover es poco, pero tampoco me estresé demasiado. En el coche tenía unas Hunter en plan emergencia y mi paraguas blanco. Fue divertido porque nos multaron por aparcar mal el coche de la novia.

Todo lo demás fue muy rápido. La ceremonia fue muy bonita y la ermita de Mundaka me gustó aún más de lo que mi imaginé. La sensación de llegar y ver a tanta gente que quieres es una pasada.

Llegamos al restaurant lloviendo a mares y la fotógrafa hizo lo que pudo. Los saludos a la gente, no te da tiempo a nada, y a comer. En nuestro caso no pudimos comer mucho porque teníamos el estómago reducido de tantos nervios, una pena porque en el Castillo de Arteaga estaba todo exquisito, de verdad. Y, de repente, el baile y más baile y risas y más risas...