La boda de Ginés y Olga en Sevilla, Sevilla

El día de nuestra boda

Fue un día muy bonito y las emociones estaban a flor de piel...

Todo salió mejor de lo esperado, realmente estaba tranquila por la mañana. A mediodía, sobre las 14:30, llegó mi ramo y a las 15.00 comenzaron a peinarme y maquillarme, a las 17:00 ya estaba vestida y el fotógrafo en casa, donde los nervios empezaron a salir y las emociones… Cuando me miré al espejo y me vi de novia… No hay palabras para describir lo que sentí... lo mejor Paula, nuestra pequeña de 3 años, me miró y dijo ooh mami que guapa pareces una princesa, yo quiero un vestido como el tuyo, pero “chiquitito”.

Sacándome las fotos siento las pisadas de los caballos. Llegó el momento de salir hacia la iglesia y junto a mi padre y mi hija emprendí el camino a la felicidad, y aunque parezca mentira porque la novia siempre llega tarde… ¡yo llegué 15 minutos antes y me tocó esperar! Fueron los 15 min más largos de mi vida, cuando llegó la hora ya estaba allí en las puerta de la iglesia rodeada de las personas a las que quiero. Estaba impaciente por entrar mientras me colocaban bien la cola y viendo a lo lejos al amor de mi vida esperándome... Comenzó a sonar la marcha nupcial y avancé hacia el altar del brazo de mi padre sin poder dejar de sonreír y de mirar al hombre al que en pocos minutos seria mi marido.