La boda de Giancarlo y Judith en Barcelona, Barcelona
Rústicas Otoño Rojo 7 profesionales
G&J
17 Sep, 2016El día de nuestra boda
El día de mi boda no podía ser mejor. Eso que dicen que te pasas la vida planeándolo y el día pasa rápidamente pues tienen razón. Nos levantamos a las 7 de la mañana para prepararnos todos, mi marido se fue a casa a arreglarse y a esperar a la fotógrafa y yo me quede en el hotel para esperar a mi madre, mi hija y mi mejor amiga que era mi dama de honor. A las 8 llegó la peluquera, nos arregló a todas y la maquilladora nos maquilló a todas. Casi finalizando llegó la fotógrafa e hicimos el reportaje, con mi mama y mi hija, fotos que aún no tengo pero que he visto y son hermosas, también teníamos vídeo y pudieron grabar el momento de mi padrino entregándome el ramo y dedicándome una preciosa poesía.
Después de eso ya nos fuimos de camino a la iglesia y como dicen que no todo sale como estaba planeado, cuando llegué mi suegra y suegro aún no habían llegado y yo me tuve que quedar dentro del coche hasta que todos entraron, casi media hora más tarde de las 12 horas, la ceremonia muy emotiva y preciosa, y todo fue yendo a mejor, al salir nos atacaron con todo, arroz, pétalos, cañones y burbujas de jabón, acabamos con arroz hasta en sitios que no sabes cómo llega ahí pero yo feliz. Ya éramos marido y mujer. Así que nos fuimos para el banquete en Can Oliver en Montornés del Vallés y nuestra entrada no pudo ser más espectacular. Carroza con caballos blancos. La gente sorprendida. Y luego fueron al aperitivo y disfrutaron de 20 aperitivos diferentes, todos buenísimos y nosotros a pesar de irnos a hacer fotos pues el lugar tiene unos jardines de ensueño perfecto para una gran sesión fotográfica, el restaurante nos guardó aperitivos para que pudiéramos comer, cosa que se agradece pues estábamos hambrientos (los nervios no me daban para desayunar).
Seguir leyendo »Luego ya pasamos al salón donde se hacia la comida (los aperitivos eran en el exterior) y nos encantó todo, era todo con espectáculo, música y diversión, la comida buenísima y se podía repetir cuanto quisieras, la atención nos encantó y el momento del pastel no podía ser más bonito y espectacular, ¿lo mejor? Que después nos dieron una sala entera para todos nosotros para el baile, las dos horas de dj y la barra libre y como no, el fotomatón. ¡Todo un exitazo!
Éramos poca gente pero lo disfrutamos igualmente mucho más que si hubiéramos sido 100 y pico personas. No volvimos muy tarde, así que para rematarlo nos fuimos al Mcdonalds, eso sí, vestidos ya de calle que por muy bonito que fueran el traje y el vestido se agradece un buen pantalón vaquero. Y hasta aquí nuestro día, hubo risas, momentos emocionales y mucha diversión, fue un no parar. Lo repetiría una y otra vez, pues fue mejor de lo que podríamos haber imaginado.
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