La boda de Flor y Rubén en Puertollano, Ciudad Real

El día de nuestra boda

Fue un día inolvidable e inmejorable, disfrutamos mucho de cada momento de él, y cada cosa que no salía como queríamos, salía mejor aún. Quisimos que fuese desenfadada, y así hacer que todos estuvieran tan a gusto y felices como nosotros. Mi mujer estaba radiante y superfeliz, yo igual, pero quizás más nervioso.

Lo único malo, y como todo el mundo dice, faltó tiempo para estar con todos, y pasó muy rápido, pero cada vez que vemos las fotos, los vídeos… Nos sale una sonrisa de oreja a oreja, e incluso con ganas de hacer otra, jajaja, no cambiaría nada de nada, fue perfecta, la gente quedó muy contenta con todo, y todavía, hoy por hoy, nos siguen diciendo que cuándo la repetimos, jajaja.

A pesar de los nervios, de algunos problemas, el tiempo de preparación... Todo dio sus frutos y, lo más importante, es que, si hubiera salido algo mal o todo, lo que más quería es compartirlo con mi mujer, para ser felices para siempre.