La boda de Fernando y Alejandra en Peñaranda De Bracamonte, Salamanca

El día de nuestra boda

Normalmente, los preparativos suelen resultarnos agotadores, pero he de decir que mereció la pena, fue un día muy especial y emocionante (¡eso sí, se pasa volando!), pero ver a todos tus seres queridos en el día en el que vas a dar el "sí, quiero" no tiene precio.

Como anécdota, os cuento que en el comedor, una camarera me llenó todo el vestido de novia de vino, ¡os podréis imaginar mi cara! Pero gracias a otra camarera y a mis amigas que estuvieron en el baño conmigo frotando la tela de mi vestido, volví a ser la chica de blanco. Por esto, recomiendo a todas las futuras novias, que compréis vestidos con telas fácilmente lavables ya que, si te manchas, tienes más facilidad para limpiarlo. También es bueno que no cortéis las etiquetas para que, cuando lo llevéis a la tintorería, sepan qué tipo de lavado necesita la tela (lavado en seco, etc.). ¡Sin duda, un día para recordar!