La boda de Edgar y Leticia en Alcalá De Henares, Madrid

El día de nuestra boda

Un día inolvidable, un día que quedará marcado de por vida en mi memoria. Dormí en casa de mi madre con ella y mi hermano y, a pesar de lo nerviosa que suelo ser, estaba bastante tranquila. Me maquillaron, me peinaron y me vestí. Me vi preciosa, con lo cual, seguramente el resto me vería igual.

Llegué en el coche de mi tío, estuve un rato antes con mi hermano, mi padrino, recordando al padrino que estaba en mi corazón, mi padre que, aunque no estaba físicamente, le sentía muy cerca. Llegué en coche de caballos a la ceremonia, y ahí estaba él, guapísimo, mirándome como solo él sabe.

La ceremonia preciosa, ya que la hizo el mejor amigo de mi marido y sin él saberlo, sorpresa mía. Nos hizo llorar a todos y reír también, al igual que nuestros amigos con nuestros discursos.

Nos fuimos a hacer fotos y a nuestro aperitivo, más fotos, más emoción, besos y abrazos. La comida, espectacular, el trato, increíble, y la fiesta, con fotomatón incluido, muy divertida. No puedo estar más agradecida a todos los que formaron parte de ese día.