La boda de David y Núria en Argentona, Barcelona

El día de nuestra boda

Al fin os cuento un poquito como fue el día de mi boda. Resumiendo: maravilloso. Sé que es lo típico que se dice siempre de las bodas, aunque no siempre sea así, pero en mi caso 100%. Esa noche previa no dormí nada. Nada de nada. Eso es cierto. Ojeras importantes. Pero fue maravilloso desde el minuto 1 en que me desperté. Mi familia ya había preparado un espléndido desayuno y totalmente engañada me pusieron un vídeo en la tv donde aparecía mi futuro marido dándome una sorpresa. Luego fui a la peluquería, que estaba al lado de casa, y al volver ya me esperaban en casa los fotógrafos/videógrafo con toda mi familia ya arreglada. Vino el padrino a entregarme el ramo, me forcé a comer algo, me vestí, mil fotos... Y fuimos para la masía. Incluso el trayecto en coche fue precioso con los demás coches (desconocidos) saludándome y pitando, como si la verbena fuera con ellos.

Hubo fallos por parte de prácticamente todos los proveedores, es cierto. Cosas que habíamos pactado dónde y cómo debían ser o estar, y en el momento in situ te das cuenta que no está como se planeó. Pero está en tu mano dejar que estas cosas te amarguen el día más importante de tu vida o intentar relativizarlo. Yo decidí mirar a otro lado y seguir disfrutando de mi día y de mi gente.