La boda de Daniel y Jenifer en Can Font, Girona
Al aire libre Otoño Verde 4 profesionales
D&J
03 Oct, 2015El día de nuestra boda
Fui a dormir a casa de mis padres, después de varios años viviendo en pareja. Esa noche vino mi hermano y cenamos los 4, como hacía años que no lo hacíamos... Recordamos cuando estábamos los 4 en casa y la verdad es que fue una experiencia bonita y que recordaré toda mi vida.
Esa noche dormí muy bien, a diferencia de mi mujer que no durmió nada. Me levanté y mi mañana fue tranquila, vino la tía de mi madre a casa (le hizo muchísima ilusión) y estuvo allí con nosotros hasta la hora de irnos. Me arreglé, comimos, vino mi familia y fotos y más fotos.
Salimos de casa y el tiempo estaba empeorando, hacia fresco y nublado, vino a buscarme mi primo Jordi y me llevó en su coche, todo decorado, con mi madre. Llegamos al restaurante y después de discutir un poco con el maître por varios problemas que hubo, decidimos hacer la ceremonia dentro del restaurante. Después de estar todo el mundo abajo colocado, bajé con mi madre.
Mi canción fue la de Vienna de Ultrabox (me gusta todo tipo de música buena). Cuando empezó la música, el corazón iba a mil, todos de pie diciendo: ¡Guapo! Vi llegar a la princesa, a la mujer de mi vida, entró y no pude aguantar... Se me escaparon 4 lágrimas porque iba muy guapa y estaba muy nervioso. La ceremonia fue muy especial, la ofició mi tío (la semana de antes ya habíamos firmado) con palabras preciosas, y fue dando paso a los invitados, que pedimos que nos dedicaran algunas palabras, y nos prepararon una sorpresita: Uno de nuestros amigos es cantante y le pedimos muchas veces que nos cantara, pero siempre decía que no, ¡nos engañó! Nos cantó una canción preciosa. En cada uno de esos momentos en que nos dedicaron sus palabras, nuestros ojos se nos llenaban de lágrimas. Llegó el momento de los anillos, nuestra princesita, nuestra sobrina, y ahí ya es cuando no pude aguantar más y rompí a llorar un poco más de la cuenta. Finalizó la ceremonia y salimos todos al jardín, nos hicimos algunas fotos con los invitados y nos fuimos a hacernos las fotos los dos solos. Cuando llegamos, entramos juntos con la canción que elegimos y que la gente nos identifica con ella, todos bailando, cantando, con las servilletas volando... Nada más llegar a la mesa, ya empezaron a gritar: ¡Que se besen los novios! ¡Encima de la silla! La comida se hizo muy amena, cada dos por tres los invitados nos decían cosas, ¡me lo pasé en grande! Mis primos y amigos, que son muy divertidos, planearon levantarse todos y hacernos como a los gitanos cuando se casan, nos levantaron a sus hombros y trajeron un pañuelo manchado de vino como si fuera la prueba del pañuelo Seguimos comiendo y al rato volvieron a levantarse, esta vez mi prima pidió un micro y nos cantó. Llegó la hora del pastel, que salió del techo y fue muy bonito, todos alucinados y con los muñecos más… Son de Juego de Tronos (somos bastante frikis). Llegó la hora de los regalos, los primeros novios para mis cuñados, luego para una prima mía y el resto amigos, repartimos 6 parejas de novios en tres veces. La liga fue para nuestro soltero de oro y mejor amigo. El ramo para mis cuñadas. Para las abuelas, un marco con tres fotos de las tres generaciones, abuelos, padres y nosotros. A los padres, un marco con una portada de diario con sus historias desde que se conocieron ellos hasta el día de nuestra boda, todo hecho por nosotros. Mi regalo para ella fue un álbum de fotos de todos los momentos vividos hasta ese día y el regalo de ella para mí fue una canción a capela y un paseo en globo. Luego nuestro baile, muy divertido, mi cuñada nos hizo una coreografía que tenía un lento, con Eros Ramazzoti, hip-hop con la canción de la película Mentes Criminales, una divertida de la serie de La que se avecina, una salsa con la canción Suavemente, y otro lento. ¡Y ya que viva la fiesta! Pusimos un photocalll, todos disfrazados, fue muy divertido. Al ratito, mi cuñado me saco un carro precioso de chuches y bollos, ¡y todos atacaron al carro! Terminó el baile en el restaurante y nos fuimos a la discoteca a seguir con la fiesta, estuvimos ahí hasta que cerró y de ahí fuimos a comer churros con chocolate. Llegamos a casa a las 9 de la mañana, y nos encontramos todo lleno de globos, chocolates, ¡y la cama llena de billetes! Otro regalito de mi hermano y amigos. Cuando nos despertamos a las 13:30 nos miramos, y le pregunté: ¿Cómo te sientes? Y su respuesta fue: Un poco triste, se me ha hecho corto, ¿y tú? Sentí lo mismo.
Seguir leyendo »Un consejo a todas las parejas que decidáis casaros, disfrutad cada momento 100%, ¡porque se hace muy corto!
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