La boda de Dani y Sònia en Cardona, Barcelona

El sábado empezó desayunando juntos, yo me levanté a las 7 y me fui a pasear con mi madre para calmar los nervios, y a las 8 estábamos desayunando con nuestra familia y la familia de Dani. Nos separamos para vestirnos, cada uno, en una casa… Cada uno, con su familia y sus amigos más cercanos, fue un rato increíble, precioso… Me puse mi vestido, ¡wow, mi vestido! Es de Alba Minguella Atelier. Mis padrinos me dieron el ramo y prepararon un discurso increíble. Ya estaba maquillada y tuvieron que volver a hacerlo jajaja.

Era la previa a encontrarnos Dabi y yo en la escalinata de la masia para vernos vestidos de novios, no os imagináis los nervios que pasé, abracé a Carme como si fuese mi madre, lo necesitaba, y me fui a encontrarme con mi marido y… ¡Uf, qué momento! El mejor momento del día, estaba increíble, guapísimo, y como un flan. A mí también me temblaba todo, y solo deseaba llegar abajo para abrazarle. ¡Qué emoción!

Nos fuimos juntos hacia la ceremonia, nos esperaban nuestros padres y mejores amigos para entrar a la ceremonia en el bosque, ellos bajaban andando y yo bajaba en coche, con mi padre. Mi papi estaba muy emocionado, es hombre de pocas palabras, pero sus ojos lo decían todo. Entraron el padre de Dani con su hermano, entraron sus dos padrinos, Clàudia, la damita de los anillos, Dani y su madre, mis mejores amigas y mi mejor amigo, mi madre y mi hermano juntos y… ¡Yo y mi padre, qué momento! Dios, aún tengo la piel de gallina.

La ceremonia fue bien, muy bonita, todo el mundo estaba radiante, mi marido estaba increíblemente guapo, y no paraba de acariciarme, qué precioso todo. Y el bosque… ¡Qué precioso! Con mi macramé de fondo y el banco de mi madre, me encantó verlo luciendo tanto.

El momento de los votos fue precioso, muy emotivo y con nuestro toque, los míos, quizá más distendidos que los de él, diferentes, pero muy, muy bonitos. En el momento de los anillos entró en escena Clàudia, la hija de los mejores amigos de Dani. Fue hermoso, lo hizo genial, hay que decir que lo ensayamos jijiji. Lloré tanto, y Dani también… La niña nos miraba en plan, ¿qué os pasa? Jajaja. Y nos olvidamos de decir “la frase” y no dijimos nada, solo nos los pusimos.

¡Salimos de la ceremonia, qué explosión de emoción, qué subidón! Nos abrazamos a todo el mundo, y vino el momento fotos solitos, en el bosque, en nuestro altar, con el coche que me llevó al altar, que es de mi padre. En esta boda todo el mundo ha aportado algo, casi todos hemos formado parte especial de alguna manera y es el recuerdo más bonito que tengo y tendré, porque cada vez que veo algo, pienso, esto lo hizo mi mami, esto lo llevó mi padre, el cava lo trajo la pareja de mi madre, etc.

Subimos con el coche a encontrarnos delante de la masía con nuestros invitados… Y os quiero enseñar el momento fail de la boda, me pillé la cola con la puerta del coche, pero nada, la quito y sigo sonriendo, ¡qué feliz fui!

Nos hicimos las fotos “oficiales”, y entramos todos juntos al aperitivo, al ritmo de Serà perche ti amo, y allí estuvimos un buen rato, comimos de 10, bueno… Nosotros comimos poco la verdad, porque fue allí donde dimos los detalles a padres, abuelos y amigos. El mejor momento detalle fue con mi mejor amiga, compañera de viajes, tenemos una canción muy especial juntas, de nuestro viaje a Italia. La puso el DJ y ella empezó a bailar, y otra amiga la vio tan motivada que empezó a grabar… Lo que ninguna de las dos se esperaba es que le diéramos el ramo a Irene, se lo merecía, es mi mejor amiga, es como una hermana para mí.

Terminó el aperitivo y nos fuimos a comer, entramos con la canción de Casaca, Every time we touch. ¡Muy especial para nosotros! ¡Dani, cuando trabajaba en el gimnasio, siempre la ponía en las clases de spinning y a mí me encantaba! La canción y él jajaja.

Comimos tranquilos, en nuestra mesa presidencial de amigos, lo hicimos así para que nuestros padres pudiesen estar tranquilos con sus amigos y familia y nosotros también, y la verdad es que no lo cambiaria. ¡Me lo pasé genial, y fue muy desenfadado! La compartimos con quien realmente quisimos. ¡No hubo pastel, pero sí detallito! Ese día una familiar de Dani cumplía 65 años y le sacamos su trocito de pastel para que soplara las velas.

Después fuimos directos al baile, no teníamos nada ensayado, lo empezamos, pero es que no nos daba la vida e improvisamos y la verdad, ni tan mal jejeje. Para lo que somos nosotros… En medio del baile mi tío Hermeni se nos acercó y me pidió de bailar con él; y, claro, le dije que sí. Lloré a mares, me hizo muchísima ilusión y, mientras yo bailaba con mi tío, Dani sacó a su abuela, porque no encontró a su madre, y estoy muy contenta de que la sacara a ella, se lo merece todo; y después cogió a mi madre, qué orgullo verlos disfrutar. Y qué orgullo el mío de tener el tío que tengo, bueno, los que tengo, porque no es el único que me ha tratado como a una hija. También bailé con mi hermano, que apenas sabe bailar, y me hizo mucha, mucha ilusión sacarlo al medio de la pista jejeje.

Bailamos un montón, cantamos, saltamos… ¡Es que estaba tan y tan feliz, estábamos desatados! Y para terminar la fiesta, terminamos tirándonos a la piscina, bueno, yo… A Dani le liamos jejeje.

Fue mágico, fue muy especial para mí ese momento, y mi vestido terminó destrozado, que no sé si lo podré recuperar con la tintorería jajaja. Pero qué bien tener ese recuerdo tan y tan increíble grabado en mi memoria y en la memoria del móvil.

Sònia y Dani,

29 de Abril 2023.