La boda de Dani y Mónica en Granada, Granada
Modernas Otoño Rosa 6 profesionales
D&M
04 Oct, 2020El día de nuestra boda
He esperado tres semanas para escribir la crónica de nuestra boda, porque, aunque hemos preparado todo con mucho cuidado y mimo, tomando todas las precauciones posibles, siempre te queda un pequeño miedo de que pueda ocurrir cualquier cosa. Sin embargo, todo ha salido perfectamente y por fin puedo compartir cómo fue nuestra boda en plena pandemia.
En realidad, nosotros tendríamos que habernos casado el 28 de marzo, pero a dos semanas de la boda y con todo casi listo, nos confinaron. Fue un momento muy duro, lleno de incertidumbre y frustración, pero decidimos posponer la fecha hasta el 4 de octubre, que era cuando nos coincidían todos nuestros proveedores, sin saber muy bien cómo estarían las cosas.
Y pasaron los meses, llegó septiembre y retomamos de nuevo los preparativos. Se nos empezó a caer gente, y otras personas venían sin sus hijos o sin sus parejas. Al final nos quedamos en unas 55 personas, y para la tranquilidad de todos los invitados, les enviamos un mensaje con todas las medidas de seguridad que habíamos tomado, informándoles de cómo estarían sentados, y otras recomendaciones, cruzando los dedos para que todo siguiera estable.
Seguir leyendo »Así que al fin nos casamos en el juzgado el 30 de septiembre, y tras unos días de muchísimo estrés por toda la situación, por fin llegó el gran día.
Para arreglarnos, decidimos hacerlo juntos. Somos una pareja un poco atípica, llevamos años viviendo juntos y tenemos un hijo de 5 años, pero como nuestro piso a esas alturas era un caos y una suite nupcial, aparte de no poder pagarla, se nos quedaba pequeña, decidimos alquilar un piso con encanto y fue todo un acierto. El piso era precioso, con una decoración muy especial, y espacio suficiente para poder recibir con tranquilidad a mi maquilladora, a nuestros fotógrafos y parte de la familia que vino a ayudarnos. Nos quedaron unas fotos preciosas, naturales y entrañables.
Celebramos la ceremonia en el mismo complejo donde teníamos el banquete y todo salió perfecto. Fue una ceremonia muy bonita y emotiva, oficiada por mi hermano, donde hicimos el rito de la arena y por fin llegó el momento de salir como marido y mujer a que nos tiraran el arroz.
A partir de este momento todo pasó muy rápido, el cóctel, el banquete donde leí un discurso que había preparado para dar las gracias a nuestras familias y amigos en el que todo el mundo soltó una lagrimita, la tarta, los regalitos, que en nuestro caso fueron unas pulseras solidarias hechas por nosotros mismos, y la barra libre.
Como no somos muy de bailar y, además, la situación no lo permite con normalidad, quisimos dar una sorpresa a nuestros invitados y tocamos un par de canciones con las que todo el mundo disfrutó mucho. Y otro gran acierto que tuvimos fue contratar un fotomatón espejo. Todos se divirtieron haciéndose fotos, lo disfrutaron un montón y se llevaron un recuerdo a casa.
Ahora que ya ha pasado todo y lo miro desde un poco más lejos, creo que al final tuvimos una boda muy bonita, emotiva, romántica e íntima, con muchos detalles muy nuestros que la hicieron diferente y original. He de decir que todos los proveedores se adaptaron a la situación y nos ayudaron, especialmente en el restaurante estuvieron pendientes de nosotros todo el tiempo, nos ayudaron con el timing y el protocolo, la decoración quedó sencilla y muy bonita, la comida buenísima (aunque yo apenas comí nada) y el DJ se portó de 10 con nosotros ayudándonos a montar la actuación facilitándonos todo su equipo.
Pero, aunque poniéndolo todo en una balanza, no nos arrepentimos en absoluto de haber celebrado nuestra boda en época Covid (va a ser un momento histórico), hay una cosa que sí nos dejó marcados por la impotencia que sientes, y fue al salir de la ceremonia cuando nos echaban el arroz. Nos quedamos parados, porque nadie se nos acercaba a felicitarnos ni abrazarnos. Como todo el mundo iba con sus mascarillas, era muy frustrante ir reconociendo a las personas y quedarte con las ganas de recibir o dar un abrazo o un gran beso, ese momento es el único que recuerdo con pena.
No obstante, nos alegramos de habernos casado y espero que mi testimonio sirva para dar ánimo a otras parejas que se encuentren en nuestra misma situación. Se puede, hay que asumir ciertas cosas, pero si es vuestro sueño, lo deseáis de corazón y tenéis el apoyo de vuestra gente más cercana, la experiencia merece la pena. ¡Mucho ánimo y fuerza!
Servicios y Profesionales de la Boda de Dani y Mónica
Otras bodas en Restaurante Mayerling
Ver todas
Otras bodas en Granada
Ver todas
Cortijo de Enmedio
AC Palacio de Santa Paula, Restaurante E...
Carmen de los Chapiteles
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario