La boda de Cristian y Clara en Tagamanent, Barcelona
Rústicas Primavera Morado 9 profesionales
C&C
16 Mar, 2019El día de nuestra boda
Hace ya más de un año que nos casamos. No he podido hacerlo antes, pero nunca es tarde, y menos para recordar el día más mágico y feliz de nuestras vidas.
Hemos celebrado el primer aniversario de casados en casa, encerrados, debido a la situación general ocasionada por el COVID-19. Vendrán años mejores, pero quizá por este motivo he vuelto a revivir los recuerdos de ése maravilloso día y me decido a compartirlo con vosotros.
Antes de nada, me gustaría compartir también nuestra historia de amor. Nos conocimos en el 2015, compartiendo lugar de trabajo. Ambos en momentos cruciales de nuestras vidas, cerrando etapas duras, y encontrando en el otro un refugio dónde compartir penas y alegrías, y más adelante sueños y aventuras.
En agosto del 2017, el día de mi cumpleaños, me regaló el anillo que marcaría un antes y un después en nuestras vidas, el inicio de un camino para recorrer juntos.
Lo primero que hicimos fue buscar la fecha, ambos teníamos claro que el 16 sería fecha clave, pues es un número mágico para ambos, que nos persigue desde hace tiempo. Y así, buscando en el calendario, fijamos el sábado 16 de marzo del 2019 como nuestro gran día.
Seguir leyendo »Los días pasaron volando, los últimos meses de organización, llamadas, visitas a proveedores, pruebas de vestido, maquillaje y peluquería, visitas a familiares y amigos... y, al fin, el gran día llegó.
El lugar escogido, la Masía El Folló en Tagamanent. lugar mágico, rodeado de naturaleza. Llegamos el día anterior, junto a mi hermana y cuñado que nos ayudaron a ultimar detalles de decoración y tranquilizar los nervios que iban en aumento. Al caer la noche, me llamó Sara, mi florista (BonArt floristería, recomendable 100%) y agradecí tener ya todo el material para el día siguiente. Quedamos en que ella vendría a primera hora a decorar la ceremonia, que es lo que quedaba pendiente. Más tarde fueron llegando otros familiares y pudimos cenar juntos en un ambiente cálido con la comida exquisita de Mercè y su equipo. La última noche de solteros decidimos dormir separados, cada uno con su hermano/a. Creo que es muy mágico también poder compartir esas últimas horas en la intimidad con tu hermano/a, aunque de dormir poco, pues las charlas recordando vivencias se compartieron hasta entrada la madrugada.
El día amaneció, y me desperté con el sonido de la naturaleza. Al mirar por la ventana, vi a mi pareja y futuro marido junto a su hermano gemelo organizando la mesa de bienvenida a los invitados, ordenando la decoración escogida. Cabe decir que, en nuestro caso, disfrutamos juntos la organización, ambos teníamos muy claro qué queríamos y lo compartimos.
Bajé a desayunar, y me sorprendió de camino mi hermana avisándome que la maquilladora ya había llegado. Por cierto, desde aquí la recomiendo (aunque podéis consultarlo en el apartado de proveedores), Erika Gispert, ¡un 10 de 10! Estaba Erika maquillándome cuando oí entrar en la habitación a mi abuela, a mi querida yaya. Fue ahí donde los nervios y emociones floraron, y empecé a llorar como una niña. Suerte que Erika es una profesional y me lo arregló, es un día de muchas emociones, y hay que estar preparada para todo.
Con los nervios, no caí en coger las lentillas, pues, pese a llevar siempre gafas, quise que en mi día pudiera sentirme más ligera y atractiva. Mis padres llegaron, me dieron las lentillas, y me ayudaron a vestirme y prepararme. Fue también un momento muy bonito para recordar. Pese a que estábamos todos nerviosos, mi vestido no acababa de estar perfecto (tuvimos que plancharlo y detalles de última hora), los fotógrafos ya habían llegado e iban haciendo fotos por la habitación y a nosotros, y el momento se iba acercando. El equipo de AF Moments (recomendable 100x100%), son unos cracks, profesionales que supieron captar cada momento (explicación detallada en listado de proveedores).
Alguien del equipo de la masía me gritaba desde la puerta de abajo (la habitación nupcial está situada en planta superior). El momento había llegado. Quise que mi hermana estuviera conmigo presente en el momento de mi entrada, aunque no estuviera previsto. Salimos a la calle, el sol brillaba más que nunca y mi canción "A thousand years" iba sonando. Pasito a pasito estaba más cerca de mi futuro. Mi hermana me recogía la cola de mi velo y mi padre me hacía bromas de las suyas para romper la tensión del momento. Al pisar la hierba y ver la cara de todos los rostros conocidos sonriéndome, gritándome, felices... es una imagen que quedará para siempre grabada en mi corazón.
Y al llegar al altar, mi querido compañero de viaje, Cristian, temblando de la emoción, no paraba de susurrar: "Qué guapa, qué guapa estás". Empezó la ceremonia, y el momento más emotivo se produjo con el discurso que preparó su hermano gemelo, emocionándonos a todos, y fundiéndose ambos hermanos en un fuerte abrazo.
La niña de las arras, Melinda, hija de mi mejor amiga desde la adolescencia, hacía su entrada en escena con la melodía "Circle of Life". Su carita y sus rizos de oro hicieron presencia en uno de los momentos clave de toda la ceremonia. Nos intercambiamos las alianzas, y al pronunciarse las palabras: "puedes besar a la novia", nos besamos con toda la emoción reprimida. Ya casados, seguimos el camino que nos iban abriendo familiares y amigos mientras gritaban: "viva los novios" y nos tiraban pétalos de flores silvestres.
Ya podíamos abrazarlos, a nuestros amigos, a nuestra familia, a todos y todas que querían felicitarnos y compartir la emoción del momento.
Los fotógrafos nos avisaron que teníamos que ir a un sitio más íntimo, y escogimos la parte trasera de la masía, donde hay un rincón con troncos que Franco Gribodo (nuestro fotógrafo, desde aquí, ¡un saludo, amigo!) estaba enamorado desde hacía tiempo y donde pudimos captar bellas fotografías.
Pero lo que ansiábamos es al fin disfrutar junto a toda nuestra gente nuestro gran día, y pudimos compartir parte del aperitivo con ellos. El momento fue acompañado por Double Chick (¡de verdad, os arrepentiréis si no los escogéis, sus voces son angelicales!) y pudimos compartir la canción "I want to break free" junto al resto de invitados.
El equipo de la masía nos iba avisando de que la comida estaba preparada, así que los invitados fueron entrando en el salón del banquete. Nosotros esperábamos impacientes a que nos dieran la señal para hacer entrada con la canción de Rihanna "We found love", no podía ser otra, pues era significativa para ambos. Entramos bailando y saltando junto a la música, y el abanico de servilletas blancas al aire de nuestros invitados acompañando el momento.
En el caso de la Masía El Folló, la comida servida es buffet, y hace que sea todo más ameno. Que los invitados puedan ir cruzándose e intercambiar opiniones, que la novia no tenga que ir de mesa en mesa preguntando qué tal todo. Lo que hace especial el lugar no sólo es el enclave en medio de la naturaleza, sino su comida, de calidad exquisita y cocinada al detalle para disfrutarla con gusto. Todos y cada uno de los invitados nos felicitaron por la comida.
La comida ya estaba terminando, estaban sirviendo los postres cuándo mi prima de Málaga que es peluquera no pudo evitar "secuestrarme" unos minutos para prepararme para el baile y la fiesta. Es inevitable que pasadas las horas y las emociones algo de maquillaje se había difuminado un poco (¡que no borrado, eh!) pero, claro, mi prima no podía permitir que: "la novia es la reina de la fiesta, prima, no puede ser". Vinieron a avisarnos varias veces para el momento corte de pastel y brindis (aunque al ser buffet aquí no hay tarta, se escoge uno de los postres servidos y se hace la foto cortándolo). Al fin, bajamos en el momento justo, pues ya estaban todos los invitados rodeando la mesa de los postres y mi marido esperándome impaciente: "pero, ¿dónde estabas?". Hicimos la foto y nos sentamos a probar algún que otro postre, aunque la verdad es que ese día tenía un nudo en el estómago que poco me permitió disfrutar de tan rica comida.
Justo después entregamos los regalos a nuestros padres y hermanos con músicas escogidas con mucho cariño para cada uno de ellos. A mis padres "When a man loves a woman, Percy Sledge", a su padre "Personal Jesus, Depeche Mode", a su madre "Amante Bandido, M. Bosé", a mi hermana "Sota la llum del Sol, Els Catarres", y a mis cuñados "Amarillo, de Shakira", momento muy emotivo ya que nos fundimos los 4 en un cálido abrazo.
Nos quedamos en el centro del salón, y con una mirada del DJ (por cierto, mis felicitaciones, pues captó enseguida lo que queríamos con una simple charla el día anterior), empezó a sonar "Flightness birds", nuestra canción de baile, y nos dejamos llevar por la música. Disfrutamos tanto el momento, que varios invitados creyeron que habíamos pasado horas ensayando, jeje Pero fue totalmente improvisado.
Y con el ritmo de "Follow the leader" llegamos al momento de animar a todos los invitados a bailar, y así se inició la fiesta. Y bailamos y reímos y charlamos y abrazamos.... hasta que me di cuenta de que había más gente fuera que dentro del salón. Era el mes de marzo, pero hizo un tiempo espectacular. Una vez fuera nos avisó el del Fotomatón (FotomatonEvents comentado en proveedores) que ya habían empezado los invitados a disfrutar de las fotos y a divertirse con todo el attrezzo que prestan. Os lo recomiendo, pues una manera muy entretenida para que los invitados se diviertan y recordemos el momento.
Sin darme cuenta, ya se estaba poniendo el sol, vinieron de nuevo los fotógrafos, sacándonos de la pista de baile, e hicimos nuevas fotos preciosas con la puesta de sol en nuestras espaldas...
El día se iba terminando sin quererlo, deseando de pulsar el botón "pausa" y detener el tiempo. Algunos invitados con críos se iban, otros se sentaban a charlar en la terraza, otros bailaban.... cuando el DJ se me acercó y me dijo: "Clara, lo siento mucho, pero ya iremos terminando..." Le miré sorprendida porque me pareció que hacía un momento que habíamos empezado a bailar... El tiempo pasa tan rápido cuando lo disfrutas al minuto, y ni siquiera me había dado cuenta de que solo quedaba yo bailando sola en la sala, pues todo el mundo estaba al fresco, fumando, bebiendo y charlando.
Dejó música suave de fondo (ya teníamos indicaciones anteriores de que así sería) y nos sirvieron la recena. Es la parte que recuerdo más borrosa, jeje Pero recuerdo que pudimos sentarnos y comer "coca de recapte", una especie de hojaldre con verduras, algún bizcocho, algunas pizzas... y jamón. El jamón es algo que mi padre pidió expresamente, y no defraudó, estaba todo buenísimo. Y es en ese momento que el alcohol te corre por las venas y el estómago se abre hambriento que lo puedes disfrutar con más gusto.
Y llegó el fin de un gran día de emociones. Los invitados ya se fueron, y nos quedamos con la familia más cercana que se alojaba con nosotros en la masía. Otro punto a favor, pues creo que es muy emotivo despertar juntos al día siguiente y desayunar recordando anécdotas del día anterior.
Nosotros apenas dormimos, pues nos pasamos la noche recordando el día, compartiendo emociones, y leyendo el libro que los invitados habían ido firmando con sus respectivas dedicatorias. Nos dormimos con lágrimas en los ojos y abrazados, con todas las vibraciones y emociones vividas en un día tan mágico.
Sin duda, el mejor día de nuestras vidas.
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