La boda de Coke y Mar en Seseña Nuevo, Toledo

En casa de mi madre, le di a mi hermano, que fue mi padrino, una pulsera de infinito con nuestros nombres grabados y a mis padres otro retrato de todos nosotros juntos.

Lorenzom el videógrafo y Jhonnym el fotógrafo, han sido amables, divertidos y unos grandes profesionales, fueron primero a casa del novio y luego a mi casa, nos hicieron el día muy ameno y se quedaron hasta altas horas de la noche trabajando sin prisas de irse.

Llegué a la iglesia con media hora de antelación, así que me pusieron el aire en el coche a tope para no derretirme y ahí nos quedamos de cháchara hasta que ya me dijeron de ir.

La madrina llegó tarde porque mi sobrina se cayó, así que la ceremonia empezó con un poquito de retraso, pero en ese momento todo daba igual, todo era perfecto. Entré en la iglesia con la canción de la Sirenita, que es mi película favorita desde chiquita, la veía tantas veces que mi papá me tenía que hacer copias y copias de la cinta para verla y no romper la original. En el recorrido hacia el altar era incapaz de mirar a mi marido porque sabía que me iba a poner a llorar, así que saludé a todos mis invitados con sonrisas y besos en el aire.

Juanjo, el párroco nos hizo una ceremonia preciosa, corta y muy amena. Aunque tuvimos alguna anécdota graciosa, como quedarnos sin pilas en el micrófono antes del consentimiento o en una de las lecturas que dijeron Dichochos en vez de dichosos, creo que a más de uno se le escapó la risita, tampoco mi marido fue capaz de ponerme el anillo, creo que se me hinchó un poquito... Así que me lo termine de poner yo misma.

Al final fue inevitable llorar en la iglesia cuando mi papa al finalizar la ceremonia me abrazó. Fue un momento superespecial que me emocionó muchísimo, igual que cuando le dimos a la bisabuela su regalo, fue un momento muy emotivo.

A la salida de la iglesia nos hincharon a flores secas, mariposas y arroz, se me llenaron las gafas de arroz y la boca, yo sonreía, pero en mi boca se estaba gestando una paella jajajaja.

Nos hicieron una sesión de fotos muy bellas en Aranjuez, donde el Palacio Real aunque todavía no dispongo de esas fotos para poder subirlas.

Cuando ya íbamos para la finca, hicimos un pequeño Tour improvisado desde Aranjuez hasta Ocaña por carreteras secundarias porque nuestro amigo choÓfer al GPS le puso evitar peajes y también autovías y autopistas, así que hicimos el camino por carreteras secundarias, madre mía que risas nos echamos cuando nos dimos cuenta.

Al entrar a la finca nos pusieron la canción de Buena en las Bodas de Bombay y cuando estábamos en pleno apogeo de entrada se cortó la música, mi marido y yo nos quedamos mirando el uno al otro, nos reímos e hicimos la gracia de fugarnos pero enseguida sonó de nuevo y ya sí que entramos con nuestros invitados.

Nos estuvimos sacando fotos con todos, por familias, amistades, etc. Apenas pude probar el cóctel, cuando la primera bandeja llegó a mis manos se la quite a la camarera y me empecé a atiborrar a canapés sentada en un columpio... Estaba famélica. Yo como en mi casa...

Aprovechamos en el cóctel para entregarle a mi hermana un cuadro de las dos juntas con una frase que decía "Mi sí contigo también es para siempre", la emocionó muchísimo porque además le puse una canción flamenquita, que ese género a ella le gusta mucho.

En el banquete disfruté de la comida, no me perdí ni un solo plato, estaban todos buenísimos, no quería que me pasará lo que tantas novias me decían, que no iba a comer nada. Hicimos fotos corriendo por mesas a lo Benny Hill, que fue muy divertido, repartimos unas cartas personalizadas a cada invitado, con la mala suerte de que nos habíamos dejado 3 en casa, la de mi padre, mi madre y mi padrastro y un primo. Esas cartas han estado desaparecidas varias semanas hasta que cuando ya me iba a rendir en la búsqueda y escribirlas de nuevo aparecieron. Y también les dedicamos una canción y les regalamos un ramo y un árbol genealógico a nuestras mamás por el Día de la Madre.

A mi marido, sus primos le hicieron una broma muy pesada... Se lo llevaron en brazos al baño y me lo devolvieron desnudo, solo con los tirantes y unas bragas rosas, con todo el cuerpo y la cara pintados con pintalabios rojo pasión permanente... Casi me muero, de la impresión y de la risa, el pobre tuvo que hacerse el paseo por todo el salón mientras los invitados le metían dinero en las bragas. Un show la verdad, desde luego es algo que no vamos a olvidar.

En la discoteca, primero tuvimos baile padre - hija, que para mi papá fue toda una sorpresa, estaba supernervioso porque decía que no habíamos practicado y aproveché para darle también a él su regalo personalizado, que fue un cuadro de nosotros dos con nuestras perritas, a las que adoramos.

Después, tuvimos nuestro baile nupcial, que fue superlindo y me emocionó muchísimo, aunque no nos salió perfecto, sí que quedó muy bonito; tampoco funcionaron los pomperos que con tanto esmero preparamos en casa y probamos; ahí sí que estaba muy nerviosa, me pisaba mucho el vestido y apenas escuchaba la música; y luego se añadió nuestro niño en la siguiente canción, lo teníamos superensayado, pero no escuchamos la frase con la que teníamos que empezar y fuimos cada uno a nuestro rollo, pero no pasó nada porque mi muchacho se llevó todas las atenciones, estaba que se comía la pista de baile, maravilloso.

La guinda del pastel fue el fotomatón que pusimos para nuestros invitados y el animador de baile, que fue todo un éxito, consiguió que bailara todo el mundo, incluido mi marido, que es de los que se plantan en la barra con la copa en la mano. No paramos de bailar todo el tiempo que lo tuvimos y nos divertimos un montón.

Y a última hora... Al castillo hinchable... Hicieron competición de saltos los chicos con el novio, estoy deseando que me pasen el video para verlo, ya que me lo perdí y luego me fui yo a saltar también porque no me quería ir sin probarlo.

Fue un día maravilloso, lleno de muy buenos y emocionantes momentos y, aunque no salió perfecto todo, las pequeñas cosas que se torcieron fueron lo que hicieron de este día tan especial. No importa que las cosas no salgan perfectas, porque hay muchas veces que lo imperfecto es lo perfecto y lo que recuerdas con más cariño, para mí ha sido el día más bonito de mi vida.