La boda de Cinthia y Pablo en Málaga, Málaga

En la pelu fue muy divertido, estaban mis amigas, mi hermana, mi tía. Me atreví a tomarme varias Coca-Colas, la mañana pasó volando. Me fui a casa con los rulos puestos y a las 16:00 llegó la peluquera para terminar de peinarme y comenzar con el maquillaje. Yo seguía en mi mundo, tranquila, feliz ,muy feliz. A las 17:00 llegaron los fotógrafos, fueron momentos muy emocionantes.

A las 18:00 llegó mi cuñado con el coche. Ahí ya sentí que había llegado la hora. La salida de casa de mi madre fue un momentazo, allí estaba todo el barrio, toda la gente que me había visto crecer. Con los nervios no cogimos el ramo y una vecina se abalanzó sobre el coche para advertirnos, ¡menos mal!

Y llegó el momento que tanto tiempo llevaba soñando. No puedo explicar ese momento de llegar a la iglesia; allí estaba toda mi gente esperándome. Fue un momento mágico. Recuerdo bajarme del coche y no sentirme los pies en el suelo, el camino hacia el altar lo viví a cámara lenta, oí sonar mi canción, esa canción significaba que estaba a pocos segundos de ver al que se iba a convertir en mi marido. Al fin lo vi, allí estaba con los ojos brillantes y su bonita sonrisa, no podía creerlo. Nos fundimos en un abrazo y comenzó la ceremonia. Fue seria, emotiva y muy muy romántica. Subimos a leer un fragmento de Sara y Tobías, no sé aún como fui capaz de poder leerlo, quedó precioso. La salida de la iglesia fue muy divertida. Brindamos, reímos con nuestros amigos, saludamos a la gente y ya sí que éramos marido y mujer.

Nos hicimos fotos por el centro histórico de Málaga, lo pasamos muy bien, no se hizo nada pesado, incluso bailamos un vals. Fue una bonita experiencia, llegamos con tiempo para el cóctel y poder compartir un ratito con nuestros invitados. El jardín estaba precioso, las antorchas lo iluminaban y parecía un bosque encantado. Pasamos al salón con una de nuestras canciones, fue muy emocionante. La cena transcurrió sin ninguna incidencia, no es porque fuera mi boda, pero el servicio y la comida fueron inmejorables. Llegó el momento tarta que fue muy divertido y especial.

Y por fin nuestro baile, esa bachata que ni siquiera habíamos ensayado. No sé como salió pero sentía que flotaba, fue muy bonito. La fiesta fue increíble, no esperábamos menos. Nuestros amigos nos acompañaron hasta el final, ¡no recuerdo haber bailado tanto en toda mi vida! Era maravilloso estar allí con todas las personas que nos quieren. La fiesta acabó pasadas las 9 de la mañana en la puerta del hotel con nuestros amigos cantándonos el "Ave María".

Llegamos a la suite y antes de entrar había un gran espejo. Nos paramos a mirarnos y rompimos a llorar como dos niños. Ya había pasado todo y había sido uno de los mejores días de nuestras vidas. El sueño nos venció a las docede la mañana. Nos despertamos a las tres, nos dimos un baño en el jacuzzi y nos fuimos a comer a casa de mi madre.

Esta es nuestra crónica, no me canso de contarla, un día maravilloso en el que todos los sentimientos están a flor de piel, y que sin duda volvería repetir una y otra vez...