La boda de Carol y Efrén en Valdilecha, Madrid

El día de nuestra boda

Dicen que según va pasando el tiempo es cuando mejor valores las cosas. En nuestro caso estamos apunto de hacer el primer aniversario de bodas y es el momento de transmitir todo lo que nos hizo sentir y sigue haciéndolo la que consideramos nuestra casa: ¡El Palacete de la Ochava!

La verdad que surgió de casualidad conocer este sitio... ¡y bendita casualidad! Después de estar casi dos horas con Victor recorriendo todos los rincones y explicándolos con todo detalle y cariño, con su propuesta no pudimos salir de allí sin estar enamorados del lugar. Nos decidimos pronto y reservamos. Faltaba año y medio por delante hasta que llegara el gran día, pero cada vez teníamos más ganas de que llegara, buscamos hasta cualquier excusa para volver al Palacete y ver todo como si ya nos casáramos. En ningún momento dudamos que con la entrega, la pasión y el cariño que mostraba todo el equipo saldría algo mal.

Efectivamente, el día de la boda, ¡todo salió genial! Victor no se separaba de mí, en todo momento pendiente de que saliera perfecto y hasta para las fotos tiene dominio. Piedad (otro amor) se encargaba de mi mujer y su familia, de que tampoco les faltara de nada, incluso arregló el vestido a mi suegra, que tuvo un desperfecto. Limpiaba cualquier resto de suciedad en el vestido de la novia y hasta luego del mío. Por otro lado, está Félix, profesional 100%. Atento, cariñoso y pendiente de todos los invitados, las habitaciones y demás menesteres.