La boda de Carlos y Silvia en Valverde Del Camino, Huelva
En el campo Primavera Granate 8 profesionales
El 15/05/2021 710 3 18
C&S
15 May, 2021
El día de nuestra boda
Pues el día comenzó temprano, a las 9 ya estaba esperando a la peluquera. Yo esa noche la pasé en la casa donde se quedaba mi familia y mi chico, en la de sus padres. Muy cerquita uno del otro, la verdad. Yo no quise desayunar porque no me entraba nada y así después, comer mejor.
¡Mientras la peluquera terminaba, llegó el fotógrafo y ya íbamos un poco tarde, pues en nada salía el autobús para el sitio de la ceremonia y mi familia tenía que cogerlo! Así que ahí me entró el nerviosismo, y ya corriendo me ayudaron con el vestido, las joyas y alguna foto. Después vino mi amigo de la infancia a recogerme con su coche. Un Seat 124 clásico.
¡Salimos hacia la finca que estaba a 30 km y cuando llegamos, me avisan que el novio no está! Y nadie sabía qué había pasado... Me hicieron esperar un poco en el coche, hasta que 5 minutos después llegaron. Resulta que, a la madrina, mi suegra, se le había olvidado la mascarilla (recordar que, en mayo, tras salir del estado de alarma, aún era obligatoria en exteriores).
Seguir leyendo »Fue muy bonito y emotivo llegar al altar en pleno jardín, todo precioso, y verlo a él al fondo. Se le caían las lágrimas al verme.
De sorpresa, nos cantaron en directo flamenco, una canción superbonita. ¡Inició la ceremonia y fue amena, con toques de humor y toques emotivos, además de más canciones en directo de Juan Jesús el Manta! No hicimos rituales, solo nuestros votos y el intercambio de anillos. Y, además, improvisado porque a ambos se nos olvidaron en casa... ¡Después salimos de la ceremonia bajo el confeti biodegradable!
Llegaron los saludos y comenzó el cóctel. Nosotros estuvimos ahí con nuestros invitados, nos escapamos 15 minutos para unas fotos con nuestro coche y al volver, todos nos esperaban para iniciar la comida. Entramos saltando y bailando al ritmo de los Celtas Cortos, "No nos podrán parar” en honor a mi tierra y a mi Valladolid, ¡la gente nos coreó y agitaba sus servilletas!
¡Terminando la comida, apareció la charanga, también sorpresa, para bailar y disfrutar y llevarnos hacia el baile y barra libre! ¡Nos gustó muchísimo y todos lo dimos todo! Y después nuestro baile, 23 de junio de Vetusta Morla... Precioso, aunque no nos salió como habíamos planeado... ¡Y así, pasaron las horas, hasta la medianoche que terminó y nos fuimos a seguir la fiesta en el pueblo de mi ya marido!
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