La boda de Antonio y Lara en Espartinas, Sevilla

Nuestra historia está muy relacionada con Irlanda y durante la planificación siempre habíamos querido impregnar el gran día con su cultura, por eso elegimos el ritual del Handfasting, o unión de manos. Le pedimos a un amigo que fuera nuestro oficiante para hacerla lo más personal posible y elegimos al grupo Stolen Notes para ambientar la ceremonia con música celta en directo (la parte legal la habíamos hecho otro día y no necesitábamos a ningún funcionario). Como solo invitamos a la familia más cercana y a muy pocos amigos, el resultado fue una boda muy íntima y preciosa en la que todo el mundo pudo disfrutar de un día soleado y de los maravillosos jardines que tiene la hacienda El Loreto, que, aunque ya en otoño, estuvieron llenos de color.

Una vez terminada la ceremonia pasamos a la zona de los aperitivos, donde la gente disfrutó de una amplísima variedad de ellos, así como quesos, arroces y jamón, llenándose los estómagos hasta no querer comer más, pero el catering era de tan buena calidad, que luego no pudieron resistirse al menú y al postre que habíamos elegido para ellos.

Según avanzó la tarde dio comienzo la barra libre en donde sorprendimos a todos con un show de baile coreografiado que nadie, ni siquiera nuestra wedding planner, sabía que habíamos estado meses preparando y que encantó a todo el mundo.

Con el paso de las horas los invitados fueron yéndose poco a poco felicitándonos unánimemente por cómo había salido todo, lo bien que habían comido y se lo habían pasado y dejándonos con la satisfacción de haber pasado un día perfecto con nuestra familia y amigos en el que no hubo ningún fallo. No pudo salir mejor.