La boda de Ángel y Marina en Leganés, Madrid
Vintage Primavera Blanco 8 profesionales
El 17/06/2017 95 1 0
Á&M
17 Jun, 2017
El día de nuestra boda
¿Cómo fue el día? Mejor de lo nunca hubiese imaginado.
A pesar de los 40º que hacía en Madrid, de la mala experiencia que tuve en Rosa Clará con mi vestido a dos días de la boda, todo fue genial, mejor que en sueños. Desde por la mañana era un día especial, no era un día más, era nuestro día.
Tras horas en la peluquería donde me maquillaron y me peinaron aún mejor que el día de la prueba llegué a casa donde estaba esperando ese gran vestido que no entraba en ningún lado debido a la gran cola que tenía colgado de la puerta. Al ponérmelo me quedo con la cara de mi padre, de mi hermano y de mi abuelo, lo decían todo no necesitaba más.
A las 19:00h mi ya marido estaba esperándome en la carpa para darnos el sí quiero, qué guapo estaba y qué calladito se lo tenía, fue una ceremonia (qué voy a decir yo) preciosa, emotiva, ¡perfecta! Allí lloró todo el mundo.
Durante el cóctel nos sorprendió un mago (regalo de nuestros padres) que la verdad que fue un acierto dado que nos encanta la magia y a juzgar por la cara de los invitados ellos también lo disfrutaron mucho. El cóctel la verdad fue un poco agobiante, porque tuvimos que sacar hueco para nuestras fotos, queríamos fotos con los invitados, pero a su vez también queríamos disfrutar de ellos, pero bueno supongo que es lo normal.
Seguir leyendo »Una vez ya en la cena nos relajamos y ya sí que pudimos dedicarle un poquito más de tiempo a cada uno, aun así no tanto como el que nos hubiese gustado. En el postre nos pusieron un vídeo que levantó muchas emociones de nuevo, risas y llantos.
Y llegó el momento mágico, como si de cenicienta se tratara a las 12 en punto mi príncipe me esperaba en el centro de la pista. He de decir que nuestro baile no nos quedó nada mal (para haberlo practicado los 4 días de antes y siendo un poco arrítmica) y luego el baile con mi padre, para él una sorpresa y para mí algo que tenía claro desde niña que ese momento no podría faltar. Y luego vino la fiesta que la verdad se me pasó muy rápido y cuando me quise dar cuenta “c’est fini”. Todo lo que llevaba meses y meses organizando y esperando se había esfumado, pero bueno, me quedo con lo bueno, que fue un día genial.
A modo de consejo: disfrutad mucho, todo cuanto podáis, porque cuando os queráis dar cuenta las luces se encenderán y la música se apagará. ¡Toca ser felices!
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