La boda de Alex y Denise en Can Font, Girona

En fin, había quedado con mi amiga que es mi súper peluquera que vendría a peinarme y maquillarme a las 12:30 que era la misma hora que tenía hora mi madre en la peluquería.

Así que estuvimos la mar de tranquilas mientras me ponía guapa, terminamos a las 14:30, mi madre aún no había vuelto así que nos dijo que empezáramos a comer sin ella, ya que el fotógrafo venía a las 15:45 y mi madre me tenía que ayudar a vestir.

A las 15:30 ni rastro de mi madre, me empecé a poner nerviosa. Resulta que la peluquera tenía varias bodas ese día y la dejaron para la última, suerte que mi hermano, el padrino llegó antes y pensé, bueno si no está mi madre al menos me ayudará mi hermano. Comentaros que mi padre y mi madre están separados por eso no me podía ayudar mi padre, que además estaban ya cogiendo el autobús hacia el restaurante junto con mi hermana.

Mi madre llegó justo 10 minutos antes de que llegara el fotógrafo, me puse la ropa interior pero con los nervios no atinaba a ponerme el ligero y mi madre la pobre menos, así que ya ves a mi hermano mayor (yo soy la pequeña) poniéndome el liguero. Muy raro. En fin, me hicieron fotos con la ropa interior y la batita blanca muy sexys.

Una vez vestida con todos mis complementos no dejaban de hacerme fotos, pero yo quería verme vestida y peinada, que no me había visto aun, pero el fotógrafo decidió darle emoción al asunto y fotografiar el momento. Cuando me vi en el espejo sentí una emoción increíble, me sentí como una princesa y me vi guapísima.

Salimos de casa, mi hermano -que me llevaba en coche-, su novia, mi madre, su marido y yo. El coche es de 7 plazas y mi vestido enorme y yo necesitábamos mínimo 2 plazas.

Estando en el coche esperando a entrar escuché que empezaba a sonar la canción de entrada de mi marido y más emoción. Me puse nerviosa.

Imaginaos cuando salí del coche y me acerqué a las escaleras que me llevaban al altar. Vi a todos, amigos, familia, todos me miraban y lloraban al verme. Yo casi no me podía aguantar las lágrimas. Me miraban con un amor. Empecé a caminar con mi sobrino de 1 añito y mi sobrina ya más mayor de 14 delante de mí y yo de la mano de mi madre.

Todo el mundo dice que fue preciosa la entrada, y en los vídeos no se nota nada, pero yo me sentí la mujer más torpe del mundo. Se ve que al subir al coche se movió el can can o no estaba bien colocado o yo que sé, pero me pisaba el vestido y tenía mucho miedo de caerme. Supongo que como todas. Mi madre tenía el capricho de entrar de la mano en vez del brazo. Así que la pobre mujer estaba tan tensa que me apretaba la mano y tenía el brazo en tensión hacia arriba y yo decía “mamá baja el brazo por favor”. Un show pero ya te digo que no se nota. Esto además fue antes del giro, ya que una vez giramos la fuente y me vi de frente a mi marido ya no escuché la música. No me acordaba del vestido, ni veía a nadie. Tanto que después tuve que pedirle disculpas a mi madre porque al llegar hasta él, solté la mano de mi madre y le di un achuchón enorme a mi marido. Me pareció que el abrazo duraba un siglo, hasta que él mismo se dio cuenta de que mi pobre madre estaba al lado esperando para darle dos besos. Lo siento, adoro a mi madre sobre todas las cosas, pero no sé qué me pasó, me embriagó el momento y ¡estaba tan guapo!

¡La ceremonia fue increíble! ¡Insuperable! Decidimos que la boda la oficiara mi hermana, y aconsejo a todas las novias y novios que si vais a contratar un actor no lo hagáis. Si lo hace un familiar o un amigo es mucho más sentido.

Mi hermana nos hizo la ceremonia preciosa y además salieron a decirnos unas palabras mi hermano, mi mejor amiga de toda la vida, mi cuñada y el mejor amigo de mi marido, que también es muy amigo mío. Ellos mismos se emocionaron mucho haciendo que nos emocionáramos nosotros más aún, no quedó nadie sin llorar al final, ¡súper intenso!

Lo demás como en casi todas las bodas, salimos, pétalos, aperitivo, comer. ¡Los regalos muy emotivos también! Y solo un par de cosas más a destacar.

Nos dijeron que entráramos, la mayoría estaba fuera fumando, que iban a sacar el pastel y para nuestra sorpresa empezó a sonar música súper movida y empezaron a levantarse todos los invitados, ¡yo flipando!

Nos hicieron un flashmob sorpresa, todos haciéndonos un baile sincronizado, ¡increíble! Nos lo pasamos pipa y de repente se fueron todos hacia la puerta y bailaban y saltaban sin control. Yo pensaba ¿pero qué hacen? y de repente entra mi hermano con una cabeza gigante de LMFAO que hizo mi hermana súper currada, bailó brake dance y todo, muy locos.

Y por último os cuento la anécdota del baile de novios. Empezamos a bailar, súper romántico, de verdad se siente que estáis solos en la sala y que solo existe él, hablamos y nos besamos mientras bailábamos y creo que me emocioné tanto que me empezó a sangrar la nariz. ¡Sí, sí, como leéis! En mitad del baile de novios me sangró la nariz, por suerte era muy poco y nadie se percató, ni me manché ya que no paraba de sorber por la nariz, decidimos invitar a todos a que se unieran a nuestro baile y de paso apartarnos para pedir un pañuelo. Cuando me trajeron el pañuelo y estaba de espaldas a los invitados para que no me vieran, y cuando me giré fue uno de los momentos más bonitos de la boda. Vi un montón de parejas bailando el “All of me” con violín que es nuestra canción. Súper amorosos, besándose, acariciándose, ¡fue tan bonito! ¡se podía sentir! Eso decía mi hermana que en nuestra boda se podía respirar el amor, y que les llegó a todos, ¡y me encanta!

Salió todo perfecto, mucho mejor incluso de cómo lo había imaginado un millón de veces. Chicas, relajaros ese día porque sale todo rodado. Siento extenderme tanto pero quería intentar plasmar un poco como me sentí y al día siguiente decía “me casaría otra vez, hoy, mañana, pasado y todos los días de mi vida”.