La boda de Alberto y Irene en Ciudad Real, Ciudad Real

El día de nuestra boda

Fue mucho más que una boda. Tras dos años de preparativos, el 30 de agosto de 2025 se convirtió en el día más importante de nuestras vidas. Una tarde mágica en la que comenzamos una nueva etapa, rodeados de nuestros seres queridos, quienes fueron testigos de nuestro “sí quiero” en la Catedral de Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real. La ceremonia fue preciosa y emotiva, con alguna que otra anécdota que hoy nos arranca sonrisas y que, sin duda, jamás olvidaremos.La catedral lucía espectacular, decorada con flores frescas tal y como siempre lo habíamos soñado. Después, ya como marido y mujer, nos dirigimos a la Finca La Posadilla, un paraje natural en el que todo estaba preparado para disfrutar al máximo. El cóctel fue el inicio perfecto: música en directo, ambiente animado y una gastronomía deliciosa que conquistó a todos los invitados.La cena trajo consigo nuevas sorpresas: un divertido rasca y gana, detalles especiales para nuestros familiares más cercanos, y momentos llenos de emoción. Y cuando llegó la hora de abrir la barra libre, dimos paso al baile que tanto me había puesto nerviosa… pero que salió precioso, íntimo y muy especial. El broche de oro lo puso nuestro DJ, que supo animar cada instante y convertir la fiesta en algo épico.Gracias a las increíbles fotos que capturó Ernesto, podemos revivir cada instante una y otra vez. Y si aquel día fue tan mágico y perfecto, fue porque estuvimos rodeados de grandes profesionales que lo dieron todo para hacerlo realidad.