La boda de Alba y Borja en Algete, Madrid
De noche Verano Morado 11 profesionales
A&B
30 Ago, 2019El día de nuestra boda
Nos casamos en el club de golf Retamares el pasado viernes 30 de agosto. Llegué allí a medio día, y poco después llegó mi hermana, que me acompañaría durante toda la preparación. Bajé a comer algo con mis tíos que ya estaban por allí, mientras que peinaban y maquillaban a mi hermana. Tras la comida, empezó mi turno de peluquería. Mientras tanto, llegaba más gente: mis padres, mi mejor amiga... Todos estaban de los nervios para que nada saliese mal, pero yo seguía tranquila.
No sabíamos si al final terminaría lloviendo porque el cielo se nublaba: al final el tiempo nos respetó, hizo viento, pero no llovió y la temperatura fue perfecta. Cuando ya estaba peinada y maquillada, empezamos la sesión de fotos. Mi madre me ayudó a ponerme el vestido, mi padre se peleó con los zapatos, a mi hermana le tocaron los pendientes y mi mejor amiga me puso la liga. Se acercaba la hora de la ceremonia. Borja ya había llegado, y tras una breve sesión de fotos, comenzó a recibir a los invitados que iban llegando.
Seguir leyendo »De repente comenzó a sonar su canción y, acompañado de su madre, llegó al altar. Se le notaba nervioso. Poco después sonó mi canción, y fue cuando le dije a mi padre "ahora empiezo a estar nerviosa". Salimos de la habitación, y lo que llamó mi atención fue que Borja me estaba esperando con los ojos llorosos por la emoción. La ceremonia transcurrió tranquila, con risas y lágrimas tras los discursos de su hermano y de una de mis amigas. Tras el intercambio de las alianzas, realizamos el rito de la arena, donde mi hermana nos acompañó con sus palabras. La ceremonia finalizó rápidamente y, tras las firmas, nos fuimos a la sesión de fotos. Mientras tanto, los invitados disfrutaron del coctel (nosotros ni lo olimos).
Llegamos tras la sesión de fotos y nos hicimos más fotos, ahora con los invitados. Tuvimos fotos más formales con la familia y fotos más divertidas con los amigos. Algunos invitados, e incluso nosotros, también grabaron unas entrevistas muy divertidas. Llegó la hora de entrar al banquete. Aunque nos hicimos de rogar un poco al empezar a sonar la música, la cena transcurrió de forma normal, entregando los regalos a los familiares y amigos más cercanos y sudando para terminarnos la comida.
Por último, entramos a la discoteca y ya sabemos cómo acaba... ¡Unos en mejores condiciones que otros! Pero todos lo pasaron estupendamente. Fue un día muy especial, rodeados de toda la gente que queremos: familia, amigos, compañeros... Creo que nunca olvidaremos ese día.
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