La boda de Adrian y Adriana en Pinto, Madrid

El día de nuestra boda

Un sueño hecho realidad. Después de 20 años juntos decidimos gritar un sí, quiero a los cuatro vientos y no pudo ser más maravilloso y perfecto. La organización de la boda fue algo difícil y estresante con mil obstáculos de la vida, pero decidimos pisar fuerte y llegar a la recta final y mereció la pena. Aun recuerdo lo surrealista que me parecía el tembleque de piernas cuando estaba a punto de llegar al altar... Qué magia más bonita. Me casaría todos los años.

Reímos, lloramos, bebimos y bailamos para celebrar a lo grande nuestro amor con todas las personas que forman parte de nuestra vida y ese fue nuestro mejor regalo. Damos gracias de que pudimos disfrutar de una boda preciosa, cargada de amor y sentimientos muy intensos que logramos transmitir a nuestros invitados. Creamos la atmosfera perfecta para que fuese un día especial para todos y, sin duda, el día más bonito de nuestras vidas. Nunca había sentido tanta alegría dentro, no lo puedo explicar de otra forma.

Aún veo el anillo en la mano y siento mariposas. Fue fugaz, pero viví instantes tan puros que los recordaré para el resto de mis días. Soy afortunada porque me he casado enamorada de un hombre maravilloso que con solo mirarme ya me hace feliz, afortunados de la superfamilia que tenemos y, por supuesto, de que todos estuvieran sanos después del evento. Qué experiencia más bonita. Repetiría mi boda mil veces más.