Fabuloso, perfecto... quedan cortos para expresar como fue todo.
Un lugar versátil, donde en el mismo espacio, pudimos ofrecer ambientes completamente diferentes. Cada uno de ellos, ya sin decoración presenta un gran encanto, y ese día en particular, estaba la bodega espectacular.
Desde el primer momento, Inma nos hizo sentir que ese era nuestro sitio. Nos ayudó en todo, buscando soluciones a cada una de nuestras necesidades. Su calidad profesional y personal es impecable.
Tuvimos la oportunidad de realizar la sesión fotográfica en su bodega vieja o monumental, fue precioso a la par que emotivo disfrutar de ese momento.
Sus distintos patios hicieron que cada parte de la boda fuera diferente. Desde el cocktel en el patio de la fuente; el almuerzo en la zona porticada y la fiesta en el patio posterior donde celebran eventos del calibre de MontiJazz; aportaron la diferencia al evento.
Para el catering escogimos Las Camachas, que trabajan con las bodegas y además conocen los espacios para poder sacarles el máximo partido.
No sólo es un enclave perfecto para cualquier amante del vino, sino que al encontrarse situado dentro de la ciudad, nuestros invitados no tuvieron que coger el coche para ir a sus alojamientos, algo que se agradece.
Volveríamos a repetir una y mil veces, y por supuesto, es un lugar que tendremos presente en futuros eventos.
Muy agradecidos por su trato y dedicación para que absolutamente todo en ese día fuese perfecto.