El trato en la tienda de Jaime III fue magnífico por parte de todo el equipo. Tras probarme muchos vestidos encontré con el que me sentía más identificada. El resultado final fue espectacular.

Muchas soñamos con un vestido de novia pero muchas veces hacerlo realidad no es como lo tenemos en mente porque cuando empezamos a probarnos vestidos nuestro cuerpo juega un papel muy importante y a veces no casa con el concepto que tenemos pensado para ese gran día. En mi caso puedo decir que soy una afortunada porque no solo encontré el vestido de mis sueños sino que lo hice yo misma. Tenía muy claro el concepto que quería pero ese vestido tal y como yo lo imaginaba no estaba en los catálogos. El día que fui a Rosa Clará Palma les conté mi idea y se acercaron mucho con el primer modelo: Matisse, que ha sido mi falda en ese vestidazo de novia. La parte de arriba también la tenía clara, encaje, pero no cualquiera, quería algo sutil, elegante, fino, bonito, atemporal y también lo encontré. Aunque inicialmente pensé en una manga corta, me limitaba mucho en movimiento y opté por escoger la versión en manga francesa que para la fecha era ideal. Así pues la parte de arriba del vestido Electra cerraba el círculo perfecto de mi vestido soñado de novia. El trato que he recibido en la tienda de Palma de Mallorca ha sido excepcional y creo mucho en las casualidades pero que me haya atendido Gratiana, su directora, ha sido un regalo. Tiene un equipo que se ha dejado la piel en cada prueba para que me sienta mejor que nunca con el vestido que compuse y poder reunirme con las modistas que le dieron forma fue un momento que no olvidaré nunca. Trabajo a distancia y en todo momento atendieron mis dudas además de hacerme hueco en la agenda cuando podía estar en casa para poder acomodar mejor las visitas. No tengo palabras suficientes de agradecimiento por lo que ha significado para mi llevar ese vestido de novia y al que echo tanto de menos. La sensación que tuve con él en todo momento fue de comodidad y ser yo misma en mi mejor versión disfrutando de ser la novia que siempre imaginé. Ahora me queda el bonito recuerdo de las fotos que comparto con vosotros y que me siguen sacando la misma sonrisa y alguna lágrima. Gracias equipo de Rosa Clará por dejarme llevar esa joya de vestido en mi gran día✨💒.

Mi madre se compró el vestido allí también y la trataron como a una reina, tuvo casi más pruebas que yo, y la dejaron preciosa.
Y eso que habíamos buscado y rebuscado en mil sitios y ella se había desesperado.
Cuando fui a mi prueba le conté su problema y Tina no paró hasta encontrarle un modelito digno de Hollywood. Porque al final las mamás también son especiales este día.