Decepcionante y lamentable
Celebramos nuestra boda civil el pasado mes de junio, y hemos decidido dejar esta reseña porque estamos muy decepcionados y nos sentimos muy engañados con el trato recibido durante todo el año.
En mayo del año pasado fuimos a visitar la finca y nos convenció precisamente por dos motivos:
• Nos daba la posibilidad de que se quedaran a dormir todos los invitados de la boda entre las habitaciones del hotel y del albergue y además al día siguiente nos ofrecía la posibilidad de comer una paella y disfrutar de la piscina.
• El responsable de la finca nos daba facilidades para absolutamente todo. Él mismo se autodenominaba el “sisi”, y fue cierto hasta que pagamos la fianza…
Al mes de dejar esa fianza (junio de 2021) quisimos ir con nuestras familias a que conocieran el sitio, y se lo informamos al responsable del lugar, que íbamos a ir para que estuviera disponible para enseñar las instalaciones, e incluso le dijimos que después queríamos comer allí. Le pareció perfecto, e incluso unos días antes se lo recordamos. Nuestra sorpresa fue cuando llegamos allí con la familia y se le había olvidado. No teníamos mesa para comer y tuvimos que esperar a que terminara de dar las comidas en el restaurante para que nos atendiera. En ese momento quisimos entender que un fallo lo tiene cualquiera.
En el mes de octubre-noviembre, como ya sabíamos quienes de nuestros familiares se quedaban a dormir, le mandamos un mensaje diciéndole cuántas habitaciones del hotel necesitamos para la familia (ya que a la familia la íbamos a alojar en el hotel y al resto de invitados en el albergue). A lo que nos respondió que todo perfecto.
En el mes de febrero volvimos a quedar con él, ya que se iba acercando la fecha y teníamos ciertas dudas que necesitábamos resolver y asuntos que aclarar. Por segunda vez, nos dejó plantados. Después de llevar una hora esperándole, le llamamos y nos dice que es que se le ha roto la furgoneta y que por eso no había podido venir. Lástima que no se le ocurriera avisarnos hasta que le llamamos nosotros después de una hora esperando. Como solución mandó que fuera su mujer para resolver nuestras dudas. Decir, que el trato de su mujer fue espectacular. Nos resolvió absolutamente todas las dudas que teníamos y no pudo ser más resolutiva y amable con nosotros.
A partir de ese momento comenzaron los problemas:
• Cuando repasamos las habitaciones del hotel nos dice que no se pueden quedar a dormir tanta gente, ya que no dispone de tantas habitaciones, cuando unos meses antes nos había dado el visto bueno a ese número de habitaciones. Lo cual además estaba demostrado en el mensaje de Whatsapp que le mandamos en su día. Eso supuso que a parte de la familia la tuviésemos que alojar en el albergue.
• Nos dice que no sabe si la piscina va a estar disponible, porque en junio no suelen abrirla tan pronto y que depende de que le concedan ciertos permisos. Cosa que nos debería haber informado en su día cuando nos dio la opción de la piscina.
• Le dijimos que queríamos contratar una charanga de 12:30-15:00 para el domingo en la zona de la piscina y nos dice que no puede ser porque hay un vecino que podía poner pegas por ruido. Esto lo solucionamos directamente nosotros pidiendo permiso en el ayuntamiento y en la policía local, los cuales no nos pusieron ningún problema.
En mayo hicimos la prueba del menú, y salimos encantados. Probamos absolutamente todo, desde los pinchos del menú hasta el postre. La cantidad era perfecta y todo estaba buenísimo. Ese mismo día incluso nos preguntó por las bebidas que queríamos en la barra libre, y si había algo en concreto que bebiésemos los novios para tenerlo en cuenta. Concretamente se le dijo que el novio bebía un ron específico, y la novia zumo de naranja para los cubatas.
Un mes antes de la boda, la responsable de las habitaciones del hotel nos mandó un Excel para que lo rellenásemos con la gente que se iba a quedar a dormir. Recibimos unas contestaciones un tanto maleducadas al no responder con la rapidez que ellos consideraban, cuando en ningún momento nos dijeron que corriese tanta prisa ni nos indicaron fecha para entregarlo. Es más, se nos ofreció ese Excel como una “ayuda” para que el check-in de los invitados fuese más rápido.
La semana antes de la boda siguieron los problemas:
• Ese mismo lunes antes de la boda contábamos con que nos iban a llamar, como habíamos quedado, para decir el número final de invitados y las alergias de los mismos. No recibimos ninguna llamada, por lo que al día siguiente, llamamos nosotros y al no cogernos el teléfono se lo mandamos a su mujer. Entendemos que por una falta de comunicación, el miércoles nos manda un mensaje bastante borde diciendo que necesita esos datos, a lo que le decimos que ya se lo habíamos enviado a su mujer, pero aun así se lo volvimos a mandar a él. También nos pidió el orden de prioridad de las mesas, lo cual también le mandamos. Lo único que le pedimos fue que nuestra mesa fuese redonda y dónde la queríamos colocada junto a la pared.
• Ese mismo miércoles su mujer nos hace una videollamada para enseñarnos como habían quedado las mesas, y habían colocado nuestra mesa en el centro, a lo que le dijimos que así no nos gustaba, que lo queríamos a un lateral, como les habíamos dicho. Nos dijeron que lo cambiaban sin problema.
• El jueves de esa semana (2 días antes de la boda) fuimos a dejar cosas en la finca, y nos encontramos que al haber movido nuestra mesa, ya no habían tenido en cuenta la prioridad de las mesas, y resulta que ahora teníamos a la familia muy alejada y rodeando nuestra mesa solo estaban las mesas de los amigos del novio, por lo que tenía que volver a colocar las mesas. Eso no le sentó demasiado bien porque estaba ocupado con un fontanero, así que nos ofrecimos nosotros a hacerle un plano con las mesas, de tal forma que tuviese que hacer los menos cambios posibles.
• También esa misma semana nos dice que la barra libre es mejor que la hagamos en la zona de la discoteca que en la carpa del banquete por el frio. Nosotros le dijimos que no queríamos por ser un sitio más cerrado, y nos dijo que entonces quizás había que bajar un poco la música a última hora por no molestar a los vecinos (esto lo explico luego).
• Mismo día de la boda por la mañana: revisamos las mesas y todavía había dos mesas mal colocadas. En una faltaba un plato y en otra sobraba. Además había sido tan cutre, que en las mesas que había quitado platos, en vez de reubicar los demás para que no quedasen calvas en la mesa, lo dejó tal cual.
Y ahora lo más importante, el día de la boda:
• Se le informó que a las 12 de la mañana iban a estar allí las peluqueras para empezar a peinar a las invitadas en la zona que nos iba a habilitar, la cual no estuvo disponible hasta casi una hora después.
• Según terminamos la ceremonia, justo antes del arroz, nos viene a decir que el grupo que teníamos contratado para el coctel no podía empezar a tocar porque iba a molestar a otra ceremonia que había en la zona de debajo de la finca, por lo que de las dos horas que estaban contratados solo pudieron tocar una hora y poco.
• Tardaron bastante en empezar a salir los pinchos en el coctel.
• La estación de quesos no podía ser más cutre.
• La estación de botellines que ofrece como obsequio y que nos había enseñado en fotos era totalmente diferente. Es decir, no había estación de botellines como tal, simplemente era una barra en la que un camarero servía botellines al igual que otro tipo de bebidas. Tampoco tenían la variedad de botellines que ofrece el grupo Heineken y de los que nos había hablado.
• Los pinchos más elaborados como el queso brie, las mini hamburguesas, los langostinos rebozados salieron lo último y muy poca cantidad.
• Los novios prácticamente no comimos ningún pincho, y las bebidas tuvimos que ir a pedirlas a la barra, cuando lo suyo y lo que es habitual es que haya algún camarero pendiente de si los novios quieren comer o beber algo.
• Las personas que pidieron agua les dijeron que no había botellitas, y lo echaban de una botella grande a un vaso, cosa que es bastante lamentable.
• El banquete estuvo bien y la comida estaba muy rica. Solo destacar que a varias personas celiacas no les llegó su postre hasta ya empezada la barra libre.
• Después de cortar la tarta nos dice que tenemos que ir levantando a los invitados para quitar las mesas para la barra libre. Nosotros le dijimos que sí quería, que empezara a contar el tiempo de la barra libre, pero que todavía teníamos que dar los regalos por las mesas. Era la 1 de la noche. Aun así empezó a levantar las mesas y no pudo hacer una sobremesa en la que ir pasando por las mesas a dar los regalos y tuvimos que dejarlos en las mesas y darlos rápido y de mala manera.
• Respecto a la barra libre: esa misma mañana no se acordaba cual era el ron que había pedido el novio, no había zumo de naranja para la novia y por lo que nos han contado algún invitado, una hora después de empezar la barra libre no quedaba Beefeter.
• A las 5 de la mañana (que todavía quedaba una hora de barra libre y sacar la recena) se bajó tanto la música que los invitados empezaron a sentarse y a preguntar si ya se acababa. Eso hizo que tuviéramos un enfrentamiento bastante desagradable con el responsable de la finca, en el que le dijimos que una cosa era bajar un poco la música y otra que ni se oyera que canción sonaba, y que no era nuestro problema si se quejaban los vecinos, que nosotros habíamos contratado 5 horas de barra libre.
• La recena tendría que haber salido a las 4:30 de la mañana, o incluso antes, porque no es normal que se saque una recena media hora antes de que se acabe la barra libre, cuando ya no quedaban ni la mitad de los invitados. Añadir también que es bastante cutre que la recena la saque un camarero en chándal.
Al día siguiente de la boda siguieron los problemas:
• La charanga la teníamos contratada hasta las 15:00, y a las 14:00 nos dice el socorrista que ya se tiene que acabar porque su turno acaba a esa hora y no se podía quedar nadie en la zona de la piscina. Llamamos al responsable y le dijimos que de allí no nos íbamos a mover, porque él debería haberse acordado de que íbamos a estar hasta las 15:00.
• En la paella, muchos invitados se tuvieron que ir sin comer postre porque tardaron un tiempo muy fuera de lo normal en traerlos.
Viendo todas las cosas que habían sucedido en la boda, dijimos al responsable que si se podía pasar antes de irse para hablar con él, lo cual no hizo. Cuando quisimos hablar con él, ya se había ido.
Al día siguiente tuvimos una conversación muy desagradable, ya que solo se dedicó a excusarse con mentiras y a hablarnos de muy malas formas.
Algunas de las excusas que nos dio fueron:
• Que no le habíamos dicho las mesas y los invitados a tiempo (falta de comunicación con su mujer, por no estar él el día que había quedado con nosotros)
• Que él no sabía que iba a entrar un grupo a actuar durante el cóctel (cuando hay un vídeo que demuestra que su mujer estaba presente cuando medimos el tamaño de la puerta por la que iba a entrar el carro del grupo para ver si cabía e incluso le pedimos una alargadera).
• Que la ceremonia duró más de lo que estaba previsto, cuando los cálculos son orientativos, ya que siempre hay sorpresas o cosas que no se pueden calcular con exactitud
• Que la barra libre se alargó demasiado y que por eso tuvo que bajar la música, cuando a nosotros lo que nos ha vendido son 5 horas de barra libre, en ningún momento nos ha dicho que tenga que empezar a una hora y acabar a otra, o que a partir de cierta hora hubiera que bajar tanto la música.
A todo esto encima teniéndonos que sentir agradecidos porque nos regaló algunas habitaciones del hotel, ya que en un principio íbamos a ser entre 150-160 invitados, y al final fuimos 133.
En resumen, que es un lugar en el que se come muy bien, pero no está nada preparado para organizar bodas, y que debería tener en cuenta que una boda es mucho más que dar de comer a gente, porque hay muchas ilusiones y mucha preparación por detrás. Todo lo que dependía concretamente de esta persona salió mal, solo nos generó problemas, cuando lo normal es que el responsable nos resuelva problemas. Aun así, decir que muchos de sus trabajadores, entre los que destacamos a su mujer y al responsable de las habitaciones, se portaron muy bien con nosotros.