La boda de Vytas y Arantxa en Rafol De Salem, Valencia

Aunque a pesar de estas pequeñas anécdotas, que es en lo que se quedaron; todo fue perfecto, notábamos cómo iban bajando los nervios y adentrándonos en el "sí, quiero" que tanto esperábamos.

Al finalizar, como siempre, llegan las fotos, las firmas y finalmente... ¡La salida!

Y claro, no podía faltar el arroz, los pétalos y la traca (que menudo susto me llevé).

Finalizada la ceremonia, ya solo queda la diversión, aunque previamente me tocó pasar por casa a recoger detalles de última hora, aunque, como siempre se olvida algo; ya de camino al banquete tuve que volver... Los nervios juegan malas pasadas.

Al llegar al banquete, eso que dicen que los novios se hacen de esperar, en nuestro caso no fue real, ya que tuvimos que esperar al padrino y a su hermana para poder hacer la entrada por todo lo alto porque se habían perdido de camino.

Una vez ya en el cóctel, empezaron las fotos con todos los familiares y amigos, los saludos y el relax.

Debo decir que todos los comentarios que me han llegado a posteriori de l'Alquería de Galim (Ollería) son positivísimos como no podía ser de otra forma (organización, comida, flores, limpieza...).

Ya en el banquete, pusimos las mesas para que los amigos quedaran en el centro y nos hicieran corralillo al entrar, por supuesto no fallaron. Dejamos algún juego para que hicieran en las mesas, y entre medias, detalles para las personas más importantes; padres, hermanos y abuelas, quedaron todos superemocionados, principalmente cuando sacamos la tarta de aniversario de 30 años de boda de mis padres.

Al final del banquete, no podía faltar la tarta; que cortamos con una espada comprada en Toledo. Debo decir que era de sabor pistacho y todos quedaron encantados... Hay quien repitió hasta 3 veces.

Luego ya llegaron los juegos de los amigos (cortitos, pero entretenidos), nuestro baile de autoapredizaje, aunque quedó muy gracioso y finalmente... ¡La fiesta!

Durante la fiesta tuvimos una mesa de adultos (a día de hoy no sabemos qué pasó con los preservativos y lubricantes, ya que volaron, así que esperamos que lo pasaran todos/as bien) y un fotomatón que animó a los invitados.

Y para la vuelta a casa contratamos un taxi por horas, y al parecer; tuvo mucho éxito, ya que muchos familiares y amigos lo usaron.

Debo admitir que la boda no termina ese mismo día, ya que luego la comentas tanto con amigos y familia que es un día que disfrutas con locura y que queda en nuestras mentes y corazones para siempre, así que olvídate de la organización y no pienses nunca en lo que puede o haya salido mal, ¡porque siempre habrá muchas más que saldrán perfectas!