La boda de Víctor y Loli en Santa Cruz De Tenerife, Santa Cruz de Tenerife

El día de nuestra boda

Pues las primeras horas de la mañana empezó a llover un poquito, ya me lo habían advertido el día anterior que el día de mi boda iba a llover. Me asusté porque no me gustaba que lloviera, por eso elegí esa fecha, pero cuando avanzaba el día ya se estaba despejando; menos mal, un inconveniente menos. Una vez que estaba arreglada, estaba esperando a la limusina que habíamos alquilado para ese día; justo cuando debía haber aparecido ya para llevarme al ayuntamiento donde me esperaba mi amor, me llama por teléfono el chófer de la limusina que había tenido un pinchazo y que estaba intentando solucionarlo. Y allí me quedé yo, nerviosa; toda mi familia abajo, esperándome, y yo esperando a que me vinieran a buscar. En cuanto le puso la rueda de repuesto, salimos rapidísimo, y la de protocolo llamándome en la limusina, que por dónde estábamos, que si no veníamos ya, no había boda. Uf, se pasa muy mal en esos momentos, hasta que casi en el límite llegué, nos casamos rápido porque había ya otra boda detrás. Y ahora estamos muy felices.