La boda de Tarek y Raquel en Palma De Mallorca, Islas Baleares

A las 15:30 mi madre y yo estábamos peinadas y maquilladas. Empezaron los nervios porque a las 16:00 llegaba el fotógrafo. Mi padre y mi hermano volando a vestirse. Teníamos vecinos infiltrados por toda la casa. Yo vistiéndome sola que fue bastante difícil. Llegó el fotógrafo y aún me quedaba la mitad.

Nos tranquilizaron mucho y empezamos el reportaje. Me relajé bastante en ese momento pero estaban tan entretenidos que casi no llegan a tiempo al hotel a hacerle fotos al novio.

Una vez acabadas las fotos se van corriendo al hotel porque solo tendrían media hora para hacerle fotos a él. Nosotros que estábamos a una hora y media de camino nos ponemos en marcha. Bajamos de casa y todos los vecinos abajo. Un montón de aplausos. No fue suficiente que habíamos dicho a la familia que esperaran en otro lugar porque no sabían llegar al sitio. Bueno, pues no, esperaron abajo de casa. Nos juntamos de repente 80. El coche aun decorándose porque era de unos amigos que habían llegado justitos de tiempo.

Conseguimos subir al coche. Cuando llegamos casi al sitio pasamos por delante del hotel y vemos la fotógrafa y el cámara abajo (el novio no estaba listo). Como llegué antes nos tuvimos que esconder en un matorral mientras llegaba el novio. Cuando mi hermano nos avisa decidimos aparecer.

Qué emoción verlo tan guapo esperándome fuera. Lo vi muy nervioso. Le pongo el prendido y nos disponemos a entrar en la finca. ÉL entró con el canon de packelbell, después salió mi suegro con mi madre y los 10 testigos que también los hicimos desfilar. Después cambió la canción a la de: hasta mi final de el divo; entraron los niños y luego yo con mi padre. Qué tensión recorrer ese pasillo con un montón de miradas pero iba súper feliz, mi padre me pisó varias veces el vestido de los nervios.

La ceremonia fue muy emotiva. Leyeron nuestros hermanos, hicimos participar a los testigos y padres. Muy familiar a pesar de ser 100 personas.

Luego nos hicimos fotos y pasamos al banquete. Ahí ya relax absoluto. Cenamos muy bien. Repartimos regalos y luego el baile .Disfrutamos cada segundo y hoy por hoy aun lo recuerdo con mucha ilusión. Hemos vuelto a revivirlo con la elección de fotos. No cambiaríamos nada. Fue el día más feliz de nuestra vida poderlo compartir con familia y amigos.

Recomiendo dejar el estrés fuera y disfrutarlo, pasa muy rápido y es un día único. Es más si falta algo, es mejor no pensar y disfrutar el momento.

Podréis venir algunas fotografías que hemos colgado y algunas del postboda.

Muchas gracias a todas por los momentos vividos y ahora seguimos en contacto que estamos en búsqueda de nuestro bebé.