La boda de Rubén y Jennifer en Mijas Costa, Málaga
En la playa Verano Morado 3 profesionales
R&J
14 Sep, 2013El día de nuestra boda
Nos despertamos a las 10 de la mañana y decidimos ir a desayunar juntos antes que empezara el jaleo. Nuestro último desayuno como novios antes del matrimonio. La verdad es que me sentía muy bien y relajada, y eso que yo normalmente soy un nervio, incluso había podido dormir tranquila. Me esperaba todo lo contrario. A las 13 horas nos despedimos con la típica sonrisilla tonta, sabíamos que ya había llegado el momento. Me fui a casa de mis padres, donde me iban a peinar y maquillar.
Gracias a dios todos llegaron puntuales y pudimos empezar justo a la hora que habíamos planeado. El primer susto me lo llevé al ver que no había venido la peluquera que me había hecho la prueba y, de hecho, con el peinado todo salió mal. No llegué a casarme con el peinado que quería y del cual habíamos hablado. Después de varios comienzos nuevos con el peinado, la maquilladora decidió parar a las peluqueras y maquillarme primero para que pudiera relajarme, entonces sí que estaba nerviosa. El tiempo se nos iba y no estaba peinada. Una vez maquillada ya me sentí algo mejor, por lo menos estaba guapa. Cuando me di cuenta de que iba a llegar tarde a mi propia boda y que no había manera que me hicieran el peinado que quería, cambiamos el plan de un minuto a otro y me fui con el semirrecogido más normal del mundo. Cosa que me podría haber hecho yo misma.
Seguir leyendo »A los fotógrafos los tuve que mandar al castillo sin hacerme las fotos de preparación, todo estaba fuera de control, y ahí es cuando la cosa empeoró aún más. Mi madre no conseguía cerrar correctamente el vestido, era muy complicado. Ya iba 15 minutos tarde. Cuando salí de casa se me olvidó el ramo que mi pobre madre tuvo que traerme, la liga ni me la puse, sólo quería irme para no llegar tarde.
¡Gracias a dios llegue a tiempo! El coche paró delante del Castillo Bil Bil de Benalmádena donde vi a toda nuestra gente en la entrada. Incluso tuve que esperar un rato en el coche porque aún no había terminado la boda anterior. No paré de preguntarle a mi gente como estaba Rubén y si todo estaba bien. Por fin llegó el momento. Salí del coche y Antonio, el responsable de bodas en el castillo le dijo a mi padre que entráramos muy despacio, para que mi futuro marido se muera de los nervios y mi padre pudiera presumir una última vez de su hija. Empezó a sonar la música y hubo tantas fotos antes de entrar al castillo que casi termina la canción, vaya nervios.
Cuando entré no reconocí ni una cara, lo vi todo borroso y sólo busqué a Rubén. Una vez que vi su cara empecé a llorar. Era como si todo fuera estrés y la tensión tuviera que salir en ese momento. ¡Estaba guapísimo! La ceremonia fue preciosa, aunque pasó rapidísimo todo. Mi por fin marido no paraba de decirme que era la novia más guapa que había visto en su vida y estábamos los dos encantadísimos. Fuera del castillo nos esperaba un ataque bien planeado de arroz. De hecho, con todo el arroz que encontré después de la boda en mi vestido y sujetador, podríamos haber hecho una paella para 10 personas.
Los invitados iban marchándose hacia el chiringuito mientras nosotros fuimos al Parque de la Paloma para hacernos unas fotos. Sin embargo, oscureció tan rápido, que apenas conseguimos hacernos 3-4 fotos por lo cual el fotógrafo nos sugirió hacer una postboda. Así que fuimos hacia el lugar del banquete: ¡el chiringuito de mi marido! ¡Estaba todo precioso! Al llegar, pasamos por un puente hacia el cóctel y sonaba la canción “Always” de Bon Jovi. El jefe del catering nos recibió con unas copas de champán y brindamos con todos.
Lamentablemente, durante el banquete me puse malísima. Eso siempre me pasa con los nervios, el estómago revienta y no comí absolutamente nada en toda la noche. Aunque debo decir que Rubén estuvo genial, pero tampoco comió el pobre. Había tantísima emoción y tantos nervios que no pudimos. Tras cortar la tarta, dos de nuestras mejores amigas hicieron un discurso, “¡qué pechá de llorar!” Mi amiga Sara había preparado 3 páginas hablando desde el principio de nuestra relación hasta el día de la boda. Fue gracioso y romántico a la vez. Y nuestra amiga Zhanna tiró los papeles que había preparado y decidió decir lo que le salía del corazón, fue precioso. Al rato salimos todos fuera y subimos unos farolillos voladores que subieron hacia el mar. Era increíble, todo el mundo estaba encantado. Nuestra canción para el baile de los novios fue “Halo” de Beyonce. Habíamos dado una clase de baile para ensayar una pequeña coreografía. Salió todo muy, muy bien.
En fin, nuestra boda nos encantó. No podría haber sido más bonita. Muchas cosas salieron mal y en cualquier otro momento me hubiera puesto atacada, pero fue el día de mi boda y a la vez el día más importante y bonito de mi vida y lo disfruté muchísimo.
Aún no tenemos las fotos profesionales, ¡pero cuando estén listas las incluimos!
Servicios y Profesionales de la Boda de Rubén y Jennifer
Otros Proveedores
Otras bodas en Málaga
Ver todas
Hotel El Mirador
Hacienda del Álamo - Alabardero Catering
Celebraciones Campo de Tenis y Padel Lew...
Inspírate con estas bodas
2 comentarios
Deja tu comentario