La boda de Rubén García Santamaría y Kelly Martín Negrillo en Valencia, Valencia
Al aire libre Otoño Blanco 1 profesionales
R&K
19 Oct, 2019El día de nuestra boda
¡Un sueño hecho realidad! Aunque sea un tópico, y más en mi caso que nunca soñé con en el día de mi boda, recordando cada momento y cada detalle lo sigo disfrutando como ese mismo día. Fue algo mágico, estábamos ambos dos pletóricos, en todas las fotos se nos ve con una sonrisa de oreja a oreja y ojos cerrados. Desde que amanecimos y empezó la aventura que con tanto cuidado dedicamos días y meses a planear, empezamos a disfrutarla y a beberla en sorbitos pequeños. Creo que estuvimos atentos a cada paso y a cada respiración.
Esa noche, además, dormí del tirón y descansé muchísimo, parece que todos los nervios días atrás se quedaron en el recuerdo. Me fui de buena mañana a mi peluquería de toda la vida y recuerdo que charlamos y nos reímos mientras me dedicaba toda la atención. A la primera salió todo, peinado maquillaje, y, además rápida tanto que una vez acabada me fui con mi padre a tomar un café con el tocado y la cara pintada, así de tranquilos estábamos.
Ya de nuevo en casa de mis padres llegó la fotógrafa y comenzó el espectáculo, luces y acción. Primero ayudé a mis padres a que estuvieran perfectos y luego ellos me vistieron a mí. Llegó mi hermano mayor y tal y como me vio ya vestida se echó a llorar. Esa foto es tremenda. Mis amigas de infancia también subieron a colocarme la liga y a hacer un brindis, el último de soltera.
Seguir leyendo »Al bajar, mucha gente estaba esperando a que saliera del portal y en ese momento soltaron una traca de petardos que removió mi corazón. Empezaron en ese momento un poco los nervios. Subimos a la furgo de un colega, una preciosa california Beach blanca, reluciente y llena de flores. Nos llevó directos a la iglesia del Pilar de Valencia con los 10 minutos clásicos de retraso, 12:10 de la mañana. Rubén estaría ya con un nudo en la garganta y tal cual bajé del coche y me encaminé hacía el altar del brazo de mi padre.
Mi novio al fondo del pasillo mirándome con los ojos llenos de lágrimas, ¡qué momento más intenso, precioso! La ceremonia la celebró un amigo muy cercano y amigo también de la familia, casi un tío para mí. Las palabras que nos dedicó fueron también muy bien expuestas y con mucho cariño. Fue una celebración perfecta hasta para los que no son muy de iglesia, ya que lo hizo muy personal. La salida estaba repleta de pompas de jabón y de arroz volador, culminó la lluvia con un beso de película.
De ahí salimos huyendo con la furgo, no nos paramos a dar besos a nadie. Queríamos llegar los primeros a la Masía Huerto la Torre porque allí les teníamos preparada a nuestros invitados una bienvenida personalizada. Pusimos un cartel como a los niños para que cada uno eligiera como quería saludarnos, beso en la mejilla, abrazo, celebración, baile, etc. Ahí empezó la diversión. Mientras todos iban comiendo y bebiendo en el cóctel, la fotógrafa nos raptó unos 15 minutos para hacernos unas preciosas fotos por los jardines de esta idílica masía.
Nuestra entrada al salón fue con un temazo clásico que hiciera de corte o de cambio de iglesia a fiesta, Pont Aeri, "Flying Free". Tras el subidón llegó el brindis y seguido comenzó una canción que nos encantó para el momento de los regalos a las mamis, "Over the rainbow". Como no, tras esto ellas no pudieron evitar las lágrimas. El servicio de la comida fue genial, todo a su hora y en su momento los platos salían a tiempo y calientes. Un servicio muy eficaz. No quisimos hacer regalos a nadie, ni interrumpir la comida. De los detalles ya nos ocupamos de manera más íntima. La canción de la tarta no podía ser otra que la de Coque Malla con Anni B Sweet, "No puedo vivir sin ti".
El baile, otro clásico, el vals de "La Cenicienta" y rodeados de nuestra familia y amigos con las bengalas brillando a nuestro alrededor. Empezó la discomóvil, fiesta remix entre rock, hindi pop, años 80 y 90's y algún paso doble o sevillana que mi padre sevillano se había ganado. Sobre las 20:00 de la tarde y con 2 horas de disco ya en marcha, sacamos a la gente al jardín para que disfrutaran de un castillo de fuegos artificiales, que llenaron el lugar de luz y color. Tras esto les sorprendimos al otro lado de la masía con un globo aerostático que les hacía subir y bajar, globo cautivo lo llaman, en medio de la noche y con el fuego del globo por iluminación fue increíble y las fotos no tienen precio.
Sobre las 22:00 de la noche la masía nos preparó una riquísima barbacoa típica valenciana y nos fueron sacando bandejas de bocadillitos con carne recién hecha y repartiéndola por todos los ambientes. En el jardín también preparamos un chill out para los menos bailongos o incluso para un break antes de seguir la marcha, unas mesitas y unos asientos con unas shishas con tabaco en cada mesa. También pusimos un Candy bar, una fuente de chocolate belga, una cafetera de cápsulas y un hervidor de agua con infusiones para que libremente la gente se fuera sirviendo, a pesar de que los camareros muy amables estuvieron pendientes de todo.
Al final de la noche sobre la 1:30h de la madrugada, que el último autobús salía, aún había gente que no quería irse. Ese fue nuestro mayor premio, que todos estuvieran tan a gusto y nos acompañaran todo el día y toda la noche. Gracias a bodas.net por la ayuda en la búsqueda de proveedores. Nos habéis acertado muchísimo, y nos ha ayudado mucho en todo, ya que cuando empiezas en esta aventura no tienes ni idea de en qué te metes y qué es lo que necesitas. Con vuestra web nos hemos guiado fenomenal. Así repetiríamos un millón de veces. Gracias.
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