La boda de Rosa Maria y Francisco José en Moncada, Valencia

A las 16.30 me llama la fotógrafa (una amiga que nos sacó estupendos), que ya están en casa del novio, están poniéndole las flores al coche de la novia y vienen.

A las 17:10 empieza a llegar gente a casa, mis madrinas, la fotógrafa, las vecinas y mi madre poniéndome las cintas del corsé, vino a rescatarnos Encarna, la estilista, menos mal.

Me puse mis medias de rejilla negra a medio muslo, mi liga, mis zapatos negros y abrimos la puerta de la habitación, ya estábamos todos listos. Empezaba la cosa y los nervios, las manos heladas y los ojos llorosos.

Mis amigas estaban todas guapísimas, ¡mi madre y mis hijos estaban radiantes!

Nos hicimos muchas fotos en casa, y en estas me llama el novio, que van a llegar un poco tarde, que el chico de la música está en camino...

La ceremonia era a las 18, yo llegaba sobre 18:15.

Salimos de casa, camino hacia el ayuntamiento, íbamos en comitiva, coche madrinas, coche madre de la novia con los niños y coche de la novia con la fotógrafa.

Llegamos a la puerta del ayuntamiento y hacemos un poco de tiempo para que entrasen las madrinas y se prepararan los niños para mi salida del coche.

Al ver llegar el coche, ponen la música del novio y entra con mi cuñada para hacer el paseíllo hasta su sitio. Lo vi de espaldas.

Se preparan para poner la música de mi entrada pero le decimos a la organizadora que no puedo salir todavía, que no están las madrinas ni los niños, ¿dónde estaban si iban delante de nosotros?

Estuve esperando los 10 minutos más largos de mi vida (resulta que del coche al ayuntamiento se soltó un anillo del cojín y se pusieron a buscarlo atacadas! Pero de eso nos enteramos ayer).

Por fin llegan, se pone todo el mundo en su sitio, música sonando, niños listos, bajo del coche, el marido de Lucia, la fotógrafa, Jacobo, un encanto, me ayudó a bajar del coche, me puso la cola en su sitio, y empiezo el camino.

Todo el mundo mirándome, haciéndome fotos, diciéndome lo guapa que iba, se me puso un nudo en la garganta, tuve que parar un segundo y respirar hondo, ¡tenía prohibidísimo llorar! El maquillaje, y miré a mi marido, estaba radiante, guapísimo. Me puse a su lado y nos dimos la mano.

La concejala empezó sus discursos, y como se ve que tenía prisa, no nos dejó ni leer los votos, ¡un poco más y no nos ponemos ni los anillos!

¡Me enfadé muchísimo! Pero mi marido me dijo que había estado todo perfecto, que no podíamos controlarlo todo.

Nos tiraron cañones de confeti, arroz, pétalos, fue precioso.

Acabamos leyendo los votos, a las 4 de la mañana por el barrio del Carmen.

Fuimos a hacernos las fotos por el barrio del Carmen mientras los amigos colocaban la decoración del restaurante, la gente nos hacía fotos y nos decían lo guapos que íbamos.

Nos sentamos en una terraza a tomar algo, estaba seca, y después entramos a cenar.

A la gente le encantó la comida, tuvimos tarta sorpresa, nos bailaron un poco los amigos con 2 huchas y la canción del programa "A guanyar diners" de hace muchos años aquí en Valencia.

Los detallitos encantaron también, todo el mundo estuvo charlando y disfrutando, cada rato el "que se besen, que se besen", fue genial.

No salió todo al pie de la letra, pero salió perfecto.

Acabamos volviendo a casa a las 5 de la mañana, celebrando la noche de bodas como está mandado... ¡Y en unos días nos vamos de luna de miel a Praga!

Un besazo y gracias por leernos.