La boda de Román y Patricia en Avilés, Asturias
De noche Verano Fucsia 8 profesionales
R&P
27 Jun, 2015El día de nuestra boda
Mi día empezó a las seis menos cuarto de la mañana con unos dolores fuertes de barriga por nervios. Quería continuar en la cama, ya que me casaba de tarde y me daba un poco de margen para descansar un poco más, pero nada, a en punto ya estaba en pie.
En mi casa estábamos mi hermano, su novia y mi mejor amiga, que había subido con ellos el día anterior desde Almadén (Ciudad Real). En principio ella iba a dormir conmigo en la cama, pero como no le gustan los gatos, y yo tengo a mi nano que siempre duerme conmigo, ¡se fue al sofá a dormir! Así que aproveche que seguía dormida lejos, en el salón, para por fin terminar las pulseras con la tela de mi vestido, ¡sí aún no las había hecho, soy un desastre, lo sé! Bueno así que hice una para ella, Yasmina y otra para Sara, mi otra mejor amiga, esta es de Avilés. Después de dos horas peleándome para meter la tela en las bolitas del cierre, terminé.
Después la desperté, nos arreglamos y nos fuimos a desayunar, y ahí empezó el caos. Como ya he dicho soy un desastre y dejé la mayoría de las cosas para última hora. Fuimos a por los saladitos y croissants encargados en un súper, luego a por la tarta de donuts, y de ahí a una imprenta a imprimir mi árbol de huellas, que no habíamos sido capaces en mi casa. He de decir a mi favor, que toda esa semana al venir familia de fuera, ya que mi ya marido es de Ciudad Real, estuvimos de turismo y no hubo mucho tiempo para las cosas, además nosotros vivimos fuera. Una vez impreso eso, procedemos a imprimir las instrucciones, y no sé qué pasó que salía partido en varias páginas, así que no pudimos hacer nada, lo dejamos para más tarde.
Seguir leyendo »Nos vamos al hotel, que está a 20 kilómetros más o menos, y ya ahí veo a mi futuro marido (lo sé no se debe ver al novio antes, pero yo le vi, ¡y varias veces!). Saludamos a la familia y ya, por fin, entro al salón a preparar, la mesa candy&salty, el photocall y la mesita del árbol de huellas, a falta de poner las instrucciones que más tarde pondría mi cuñada y mis primas. Terminado el salón, nos vamos a mi casa a arreglar las instrucciones, las llevamos a imprimir y se las damos a mi novio para que las lleve al hotel, que se me olvidó poner que se hospedaba allí, ya desde el día de antes con su familia.
Durante este tiempo ya han arreglado el coche del novio, el salón y él ya tiene su florecita. Llego a la peluquería a las 13:15 horas, como aún están con mi güelina, me tomo una tila, que odio, para relajarme y ya comienza mi relax, y para mí, ¡el día de mi boda! Todo lo de antes es como si hubiera sido el día anterior, a partir de ese momento empezaron mis nervios y mis emociones a flor de piel, y ya mis recuerdos son puntuales, algunos borrosos y otros no sé si ha sido imaginación mía incluso.
Cuando subí a casa estaban mi madre y Yasmina. Querían que comiera., pero no me entraba bocado. Me comí la mitad de un carbayon (dulce típico) y un trocín enano de tortilla, ¡no quería ni podía comer más! La maquilladora (profesora y amiga mía) llegó a las 15:00 horas. Empezó por mi madre, y yo mientras tanto, intenté maquillar a mi amiga, ¡imposible! No era yo, aun así dijeron que estaba bien, yo no estaba de acuerdo…
Recuerdo que cuando ya me estaba maquillando no paraba de estar atenta a todo lo que pasaba. Yo estaba en la última habitación y no quería perder detalle de lo que andaban diciendo por ahí. No paraba de tocar el timbre y eso me ponía nerviosa, ¡porque no sabía quién era! Tenía a mi amiga Yasmina de secretaria. ¡Ese día no me mato de milagro! En mitad del maquillaje, llegó Mercé (también amiga), de flores Alisma, ¡ahí estaba mi ramo! Precioso, mejor de lo que imaginé, entre las flores las fotos de mis abuelos y de mi primera perra Rudy. Creo que ya mi iglesia y el coche estaban preparados.
El fotógrafo llegó al poco tiempo y empezamos con las fotos vistiéndonos. Un poco caótico también, ya que yo me pongo muy nerviosa y ello conlleva a que soy un poco borde... ¡Clavada a mi padre! Ese momento le tengo un poco borroso, sé que en el momento que me estaba poniendo los pendientes recibí una llamada... ¡Era mi novio! Lo cojo y me dice textualmente: “¡Mero!” Y yo: “¿qué?”, y me dice: “¡que no me caso!”. Me salió un “¿cómo?” del alma, y el nada que es broma, era para que le dijeras al fotógrafo que cuando voy para la iglesia, que ya estoy en el coche. Para matarlo, ¿o no?
Me sacó las fotos con familia y mi gato y perro, y ya el fotógrafo se va porque se nos echa la hora encima, ¡casi llego yo antes que el novio! A las 18:40 horas en mi casa hacía más calor que en una sauna, ¡así que todos por favor para abajo! ¡Patri el velo! Mamá deja me lo pongo yo misma... Efectivamente me lo coloque yo sola mientras salida por la puerta, ¡y quedó bien! Ya abajo: “¿cuñada el abanico y el pañuelo? Sube mi hermano a por él. Al rato, ¿y el neceser? Otra vez a por él...
A las 18:50 horas empiezan a irse para la iglesia, después de unas fotos con mi güelina. Vivimos al lado casi de la iglesia, así que ya nos montamos en el coche ¡porque vaya calor que hacía, y eso que es Asturias, para que luego digan! Me llevó un amigo nuestro. Para entrar en el coche ya me di un golpe en la cabeza, ¡empezamos bien pensé! Yo ya me quería ir para allí, ¡vaya tontería eso de tardar! Pues nada, no me dejaron. Aire acondicionado a tope y hablando de las prestaciones del coche…
Por fin las 19:00 horas, ¡nos vamos para la iglesia! Llegamos y me coloqué mal al parecer en el coche, yo solo escuché piloto y resulto ser copiloto, dónde tenía que ir era detrás... ¡Un poco de maniobra y ya estamos! Me recogió Román (mi ya marido), un ratito posando mientras nos miramos emocionados, ¡qué guapo estaba! Me lleva hacia mi padre, que estaba colocado junto a mi suegra, y entran Román y mi suegra hacia la iglesia. Luego los invitados y ya, por fin, los niños y nosotros.
La iglesia era muy chiquitina así que seguía haciendo mucho calor. La misa llevadera y muy amena, el cura tuvo algún que otro punto. Como música gaitas, lecturas de mi prima y su primo, el sí quiero, anillos, arras, misa, ¡y listos, a firmar! Unas cuantas fotos, las cuales no terminamos ya que nos echaron de la iglesia porque había una misa. Salimos y ¡10 kilos de arroz! Además de pétalos y cañones de confeti... ¡Acabé con arroz como para una paella solo en el pecho!
Camino a las fotos, al fin, en Muros de Nalón, a pocos kilómetros del restaurante. Foto aquí posa así, ¡lo típico imagino! Nos vamos hacia el cóctel, y una vez allí, ¿mi ramo? Se posó en una de las fotos y se nos olvidó allí, así que el fotógrafo tuvo que ir a por él. En ese momento fue un poco agobiante, al estar pendiente del ramo y que todo el mundo quiere hacerse una foto, llegué a estresarme, pero volvió mi ramo, así que todos contentos, y como la gente de Almadén se había acabado la cerveza... ¡Todos para el salón que ya va empezar!
Entramos con la canción “Sweet child o mine” de Guns N´Roses. Desde siempre supe que quería que la música de mi boda representase algo, así que esa iba por mi infancia. Nací escuchando esa música una y otra vez en el coche con mi padre. Me acuerdo de que la odiaba, ahora me sé todas las canciones y me encanta, ¡de aquella yo le llamaba el loco! Nos sentamos y yo me quité el velo. Enseguida la gente se animó y empezaron a cantar, el himno de Almadén, “Asturias patria querida”, “Santa Bárbara bendita” y alguna manchega más.
La comida estaba de 10, mucho mejor que en la prueba, y yo chicas, ¡comí y bebí! Que me decían que no iba a comer nada, pues comí y mucho, y bebí también en la barra libre. Durante la cena nos dieron alguna que otra sorpresa. Empezaron sus primos y mi cuñada, nos regalaron una rosa cada uno, a él las mujeres y a mí los hombres y, para terminar, los niños a los dos. También nos dieron un cuadro con una foto nuestra y pequeñas alrededor de ellos, ¡ya empezábamos a emocionarnos! Al rato otra sorpresa, de esta ya algo me imaginaba, ya que yo no había pedido proyector y había uno allí, lo que pasa que no sabía de quien podría ser: ¡nuestros amigos del país extraño (así llamamos nosotros cariñosamente a Almadén, pueblo de Román y de mi familia materna) el vídeo era un cuento sobre una princesa, un príncipe y sus lacayos. En él también salían mis animales, lo que ya desató un llanto cual niña de 5 años fuera. Hasta mi marido lloró. Terminó y, ¡ahora hay un video para la novia de su amiga Yasmina! Otra vez a llorar… Después nos dieron sus regalos, Yasmina una carta junto con una foto nuestra del día que fuimos a comprar mis zapatos de novia a Córdoba, y los demás amigos unos cofres de estancias.
Vino el corte de tarta, canción: BSO de Juego de tronos, su serie favorita y a mí me encanta la canción... Terminamos de cortar cuando, ¡plof! se suicidaron los muñequitos y se decapitaron… ¡No pasa nada, eso es alegría y vivan los novios!
Ya repartidos los postres nos avisan de empezar a dar detalles, pero antes, el regalo a los padres. Yo no quise que solo fuera a las madres, no me gustaba dejar de lado a los padres. Así que miramos algo que fuera para los dos, unas copas serigrafiadas con nuestros nombres y a los mejores padres. Apuesto que mi padre ya la estrenó... Entregamos los regalinos, las mujeres madreñas con mermeladas de compota de manzana y a los hombres sidra con vaso serigrafiado con un hórreo y nuestros nombres.
¡Llega el momento bonito: el baile! Canción: “Pensando en ti”, de Mago de Oz, su grupo favorito. A mí también me gusta, aunque soy más de Extremoduro, pero no son muy de baladas. No le teníamos ensayado, pero aun así salió bien, ahora venía el baile con los padrinos. Entra mi padre y me dice que le he robado la canción, ya que él quería bailar la original de Kansas conmigo. “Papá escucha por favor”, Aerosmith “I don't want to miss a thing”, una de sus favoritas y también mía. La BSO de Armagedón, en el videoclip sale Steven cantándole a su hija, a día de hoy lloro todavía con ella. ¡Ya se viene arriba mi padre, que casi me tira y todo! Durante la canción mi madre y el padre de Román cogen a mi padre y suegra y nosotros bailamos con nuestros hermanos, y de ahí yo bailo con mi tío Miguel y también con mi primo Miguel, ¡con los únicos que de verdad baile bien!,
Son creo la 1:30 horas de la madrugada, ¡y mis pies ya dicen hasta aquí maja! Por favor mis manoletinas, ¡madre que a gusto me quedé! ¡Que empieza la fiesta! A mí no me faltaba cubata en mano, cuando se estaba a punto de acaba, el mejor amigo de Román ya me lo estaba cambiando. Mi güelina duro la mujer, con sus 80 años, hasta las 5 de la mañana. Los niños casi que también por ahí, como bailaban… Los donuts triunfaron en la barra libre, aunque la gente se enteró tarde que eran para ellos. Yo no paraba de fuera para dentro. Hizo una de las mejores noches de Asturias, así que la gente de aquí estaban fuera aprovechando, los del pueblo dentro bailando, y alguno que otro se turnaba. Bailaron “Torero” clavando rodillas en suelo, ¡y todo hasta las 6 de la mañana por petición del novio! Y luego para la cama, ¡estábamos en lo mejor, pero éramos 4 gatos ya! Noche de bodas y a dormir. ¡Gracias a Dios al día siguiente la resaca fue poca!
Pero, en resumen, fue un día inolvidable e increíble, mucho mejor de lo que había soñado, ya que pensaba que algo iba a salir mal, pero no. No éramos muchos, muchos nos fallaron, incluso ese día sin avisar... pero no importo, los que estábamos eran los que tenían que estar, a los que de verdad queremos y están siempre ahí. Con la excepción de un par de amigos que de verdad no pudieron venir. Así que dar las gracias a mi familia, mi familia ya política, nuestros amigos y a nuestros proveedores. Gracias a Raquel de Pincelhadas, el maquillaje fue increíble y me desperté con él. A Merce y Gabi de Flores Alisma, el ramo y la decoración era mucho más de lo que pensé, era todo precioso, como de cuento, ¡y la idea que de verdad quería, pero no sabía expresar con palabras! A el restaurante El Lupa, por aguantarnos toda la semana y días después en el hotel, y por la boda, la comida, ¡todo increíble! El servicio super atento, todos quedaron encantados. A Eva de Azahar regalos, por los detalles y su atención, a la joyería Loyma de Orense por las alianzas preciosas que nos hicieron y su atención cercana también, un matrimonio muy agradable. Agradecer a mi paisano y fotógrafo José Chamero por las fotos, a falta de verlas todavía y con muchísimas ganas. A Fredevents por animarnos la noche como Dj, ¡aún recuerdo cuando te vi al ir a cortar la tarta que me hizo tanta ilusión! Gracias a Gely de Pronovias, por ser tan buena asesora conmigo y simpática. Aún sigo enamorada de mi vestido, y todas alucinaron con él. A Gaiteruastur por amenizar la espera de la iglesia, la misa y el cóctel con la gaita y el tambor. A autocares Villa porque, aunque encargamos dos autobuses, al fallar gente por ir en coches y demás no les importó y solo me cobraron un bus, ¡siendo una faena para ellos! Por último, a María de Halcón Viajes, que, aunque no tenga que ver con el día de la boda, nos ayudó mucho con la Luna de Miel, muy atenta. ¡Creo que no me dejo a nadie!
¡Vaya “tostón” os he soltado! Quizás no esté todo muy bien explicado, quizás me haya dejado muchas cosas. Ha pasado ya mes y medio y aún tengo lagunas de ese día y, además, no soy muy buena contando historias. En fin, ¡ese fue el día de nuestra boda!
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