La boda de Rodrigo y Rocío en Villoruela, Salamanca

El día de nuestra boda

Comenzamos prontito por la mañana. A eso de las 7 tocaba levantarse e ir a la peluquería. Angélica hizo un trabajo inmejorable. Después, Leticia hizo su tarea maquillándome para ese día.

Al terminar, a casa de nuevo para empezar a vestirnos. Empezaron padrino y cuñado a vestirse para atender a los invitados que poco a poco llegaban a casa. Me vistieron y al ratito llego el fotógrafo, después de hacernos un pequeño reportaje llegó la hora de bajar a la iglesia. Acompañada de toda la familia, bajamos hacia la iglesia donde me esperaba Rodrígo. En el momento que aparecí en la esquina, acabó su momento de gloria, todo el mundo miraba a ver a la novia. Tras mostrar uno de los secretos, zapatos azules, pasamos a la iglesia donde Jesús amenizó la ceremonia con el órgano, mil gracias por ello.

Luis ofició la ceremonia tal y como queríamos, sencilla y corta, nos dio la receta para ser un matrimonio feliz. Tras recibir la lluvia de arroz nos fuimos a Salamanca donde Alberto Andrino y Maite nos fotografiaron por el casco antiguo de Salamanca. Así fuimos bajando al casino del Tormes, donde comimos hasta no poder más y bailamos hasta que el cuerpo aguanto.