La boda de Rocío y Pedro en Terrassa, Barcelona

Y, por último, algo que nos vuelve locas a todas: el vestido de la novia. Bendito el momento en que aterricé en Forrellat Nuvis de Sabadell. Dos mujeres que se sabían muy bien lo que hacían decidieron que el vestido me lo iba a comprar allí, porque después de esa primera visita era imposible superar la confianza que me dieron. ¡Me sentí tan a gusto! Y, sobre todo, se notaba tantísimo que no eran dependientas de una tienda de novias, no, eran profesionales que sabían todo lo que suponía para una mujer la elección de su vestido de novia. En fin, a todo el equipo de Olga, mil gracias por haberme hecho la novia más espectacular que podía ser.

Y no quiero despedirme sin contaros la anécdota de la boda. Mi princesa tiene 16 meses y un enganche a la teta y una mamitis impresionante. Pues bien, ¡me he casado dándole la teta a mi niña! No iba a permitir que cogiera un berrinche cuando ella se notaba nerviosa por todo el ajetreo, y lo único que en realidad reclamaba era el cobijo de su madre. Pues toda la ceremonia con ella encima, estaba inquieta, y al final decidí darle el pecho. Para esas madres y futuras novias en situación de lactancia: naturalidad. Que nuestro día tan especial no se convierta en una tortura de nervios para los más peques. De qué sirve que lleven un vestidazo nuestros peques y venga Mickey Mouse a la boda, si luego no somos capaces de entregarles lo que les pertenece. Así qué, ¡tranquilas, que se puede con todo! Prometo colgar fotos del momentazo en cuanto las tenga.

Bodas.net, mil gracias por acompañarme tantas noches buscando, leyendo, mirando, etc. He sacado todos mis proveedores de aquí y si estoy tan contentísima será porque las cosas las estáis haciendo muy bien.

Futuras novias: ¡ánimo y que seáis muy felices!