La boda de Rocio y Luis Maria en Sevilla, Sevilla

El día de nuestra boda

Ha sido uno de los días más especiales de mi vida. Tenía mucha ilusión por ponerme ese vestido tan precioso que me habían regalado mis padres, también por vestir a mi precioso niño con ese conjuntito de principito que le habíamos comprado y por ver al amor de mi vida esperándonos allí, en el altar, con cara de ilusión, como si nunca nos hubiera visto y ese día fuésemos los únicos en su vida.

Mi niño tuvo un poco de sofocón al ver tanta gente junta y nosotros lo pasamos un poquito bastante mal, ya que el diácono que nos casó no nos dejó subirlo con nosotros al altar. Entonces tuvo que estar toda la boda con su abuela y la pobrecita mía se perdió la boda de su hija. Cada vez que hablamos del tema, la pobre se echa a llorar diciendo que no pudo ver cómo se casaba su hija. Pero bueno, una vez pasó toda la iglesia nos fuimos todos juntos a celebrarlo a una de las haciendas más bonitas de Sevilla, la Hacienda Atalaya Alta.

Estuvimos allí con todos nuestros familiares y amigos y nos lo pasamos genial. El catering también estuvo espectacular (Catering Dávila) y todos quedaron más que satisfechos con ellos. Nuestras fotos allí han quedado muy, muy bonitas (muchísimo más de lo que nos esperábamos). Hay que dar gracias por ello a unos magníficos profesionales, Bruno y Garea, los cuales estuvieron con nosotros en todo momento captando cada instante.