La boda de Rober y Miren en Muxika, Vizcaya
En el campo Primavera Morado 10 profesionales
R&M
21 Abr, 2018El día de nuestra boda
El día de mi boda fue mágico, parece la frase por la que toda novia comenzaría a describir el día de su boda, pero en verdad en la mía la hubo.
Nos casábamos en Muxika, un pueblo del norte, en Pagaigoikoa, una casa rural que alquilamos para el gran día. Durante todo el mes de abril me estuve convenciendo de que en mi día soñado acabaría lloviendo, porque no dejaba de diluviar. Me llamaréis exagerada, pero es cierto, menudo mes de abril. Para mi sorpresa el lunes anterior a mi día, empezaron a subir las temperaturas y tuvimos un tiempo inmejorable durante toda la semana. Pese a todo pronóstico, hizo un día de primavera de los que no imaginas, ni frío ni calor, con los rallos perfectos de sol.
Siempre imaginé lo nerviosa que estaría y la verdad es que estuve feliz, relajada y dichosa durante todo el día. Me desperté para ir a la peluquería bien pronto por la mañana, maquillaje, pelo... Me dejaron más guapa que a una princesa. No me lo podía creer.
De seguido a casa a comer algo ligero para ir a la casa rural a terminar de preparar toda la decoración. ¡Fue una boda handmade! Mi madre hizo rosas de papel, mis amigas me ayudaron a decorar las sillas con lazos, hice cortinas de grullas para decorar, pusimos fotos de la preboda para que los invitados se llevaran de recuerdo...
Seguir leyendo »Por desgracia el autobús de los invitados se retrasó más de una hora. Aunque no nos impidió celebrar la ceremonia más bonita que pueda recordar.
Mi actual marido me tocó la guitarra mientras yo hacía mi entrada. ¡Al verme se equivocó! Y qué guapo estaba madre mía. La ceremonia la oficiaba un amigo, fue por quien nos conocimos y pensamos que no había nadie mejor para ello. Nos quiso dar una sorpresa, de verdad no os imagináis la ceremonia tan bonita que nos hizo. Hubo risas, lágrimas pero sobre todo amor, fue verdaderamente emotivo.
¡Tras la ceremonia no tuvimos mucho tiempo de hacer fotos, sobretodo porque los invitados estaban hambrientos! Por lo que fuimos haciendo fotos mientras Hamboneta, el maravilloso catering que contratamos empezaba a servir la comida.
Risas, abrazos, lágrimas... En definitiva amor. Qué más se puede pedir en una boda.
Al terminar la cena, quisimos obsequiar a los invitados con unas canciones que habíamos preparado, mi chico con la guitarra y yo a la voz. Todos disfrutaron muchísimo y lo mejor de todo, la sorpresa que yo le tenía preparada a mi marido (¡todavía se me hace raro!), le dediqué la canción de Christina Aguilera, Bound to you.
Seguimos la fiesta con Lehian, verbena que contratamos para amenizar la noche y por último... ¡Pusimos karaoke! Hubo fallos técnicos, pero la verdad que mejor no lo pudimos pasar.
Servicios y Profesionales de la Boda de Rober y Miren




Otros Proveedores
Otras bodas en Vizcaya
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario