COVID-19 Seguimos a tu lado en estos momentos. Consulta nuestro Centro de Ayuda.
Al aire libre Primavera Rojo
R&M
14 May, 2016El día de nuestra boda
Decidimos casarnos en enero y en mayo... ¡Nuestro sueño se hizo realidad! Siempre pensamos que no necesitábamos un año de preparativos, de estrés... Teníamos tan claro lo que queríamos y cómo lo queríamos, que no hacía falta más tiempo. Nos casamos en El Palmar, Cádiz, donde empezamos nuestra relación, aunque actualmente vivimos en Sevilla. Alquilamos unos apartamentos para todos los invitados para todo el fin de semana. ¡Fue una boda muy larga!
Pensaba que no lloraría, pero fue ponerme el vestido y mientras me lo abrochaban las lágrimas no podía controlarlas. No era de nervios, era de felicidad, de ver a mi gente cómo me miraba, qué me decían cuándo me veían con el vestido, de ver que ya llegaba la hora... No se puede describir con palabras, pero tampoco se puede controlar. Hay que dejarse llevar y si se llora y se estropea el maquillaje, ¡es lo de menos! Vive el momento como único porque lo es. Disfruta de esos instantes.
La ceremonia la hicimos a pie de playa, menos mal que nos hizo buen tiempo. ¡Tiempo de primavera y sin levante! Porque hasta el día de antes estuvo lloviendo con frío. La música de la ceremonia fue de un grupo de flamenco a capela, sin micro. Cada vez que miraba de reojo a los invitados veía pañuelos y lagrimitas... ¡qué emoción! Pasé tantos nervios que viví esos momentos como si fueran un segundo. Ojalá pudiera haberlo ralentizado... Pasa todo tan rápido que hay que disfrutar cada segundo.
Seguir leyendo »El banquete se celebró en una antigua almadraba de atún con vistas al mar, con vistas a dónde hicimos la ceremonia. Se iba andando de la playa al restaurante. Podíamos celebrarlo o dentro del restaurante o fuera pero como hizo ese día tan maravilloso decidimos hacerlo fuera. Eso sí, algunos invitados se quemaron los mofletes un poquito… Debí regalar crema protectora en lugar de cactus que es lo que dimos. Dimos cactus, cacao de labios con forma de pastelitos y globos voladores tailandeses, de regalo, más la noche de la boda en el apartamento... ¡Los invitados muy contentos la verdad y nosotros más de verlos disfrutar!
La comida fue mucho tipo cóctel. En mesa sentados muy protocolarios no queríamos estar, así que elegimos un menú que fuera de poco tiempo sentados en mesas establecidas. Además, nuestra mesa del banquete no era de novios y padrinos nada más, en nuestra mesa pusimos a toda la familia del novio (padres y hermanos con parejas) y toda mi familia (padres y hermanos con parejas).
Una vez terminamos de comer, en las primeras horas de barra libre estuvo el grupo flamenco que nos cantó en la ceremonia ya con la banda y todo. Luego habíamos contratado a un DJ que se adaptaba a todos los gustos y cualquier canción la tenía disponible. Con el DJ iba un animador que, al principio, nos pareció que era una tontería, pero la verdad que nos lo pasamos genial, muy divertido. Proponía juegos como el del programa de la tele de furor furor y cosas así. Para todas las edades, muy muy divertido.
Teníamos montado un photocall diseñado por nosotros ¡con nuestra vespa roja! que usamos para movernos por la ciudad a diario... Todo un éxito, porque se podían sacar fotos y se imprimían directamente para que los invitados se llevaran un recuerdo o nos dejaran el recuerdo en un libro de firmas muy emotivo. Era una especie de fotomatón más casero, más personal.
También tuvimos para la barra libre un carrito de chuches, pero como yo soy más de salado, no sólo era dulce, también frutos secos...tuvo mucho éxito.
Como sorpresa final teníamos preparados unos globos tailandeses para pedir un deseo y dejarlos volar. ¡Por supuesto eran biodegradables! Y con su permiso correspondiente en el Ayuntamiento. Pero no pudimos hacerlo porque el viento cambió de dirección y los globos se iban a zonas pobladas y podía ser peligroso. Así que los invitados se lo llevaron para pedir su deseo otro día. Hubieran quedado unas fotos muy chulas en la playa al atardecer...pero bueno no me puedo quejar porque esto fue lo único que no salió como imaginábamos…
Ya a la hora de irse a dormir, los apartamentos que reservé estaban a menos de 1km del banquete así que, los invitados podían ir dando un paseo si querían porque la noche acompañaba.
Fue tan tan especial que nunca olvidaré los detalles, las miradas cómplices, las sonrisas, la música. Me siento muy afortunada. ¡Feliz!
Otras bodas en Cádiz
Ver todas
Cortijo de Frias
Castillo de San Marcos
Tres Mares Hotel
Inspírate con estas bodas
2 comentarios
Deja tu comentario