La boda de Ramiro González y Carolina Sánchez en Moral De La Reina, Valladolid
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El 20/05/2017 980 4 0
R&C
20 May, 2017
El día de nuestra boda
Buenas tardes, mi nombre es Ramiro, y ya sé que no es habitual que sea el novio el que cuente estas cosas, pero esta vez es así. No hay palabras para definir cómo fue el día de nuestra boda, aunque hay una que se acerca un poquito a todo lo que sentimos: fabulosa.
En primer lugar, comentar que el pueblo de Carolina y el mío están separados por algo más de 100 kilómetros y la ceremonia se iba a celebrar en su pueblo, para después volver al mío al restaurante. Los fotógrafos tuvieron que desdoblarse para estar cada uno en una casa (a la mía vino Óscar Anta y Mónica a la de Carolina), hicieron un trabajo magnífico mientras nos vestíamos y antes de salir en el coche.
Yo estaba bastante preocupado por cumplir los horarios (del autobús de los invitados, nuestro coche, etc.), y como suelo ser muy puntual en todo, prácticamente salió todo a la perfección. En el autobús iban casi todos nuestros amigos (muchos de ellos músicos) que iban a hacer un pasacalle con la novia desde su casa hasta la iglesia, en Moral de la Reina. Cuando la vi llegar con el acompañamiento de las gaitas, tambores y panderetas, no pude reprimir la emoción. ¡Fue precioso!
Seguir leyendo »En la ceremonia, mucha emoción también. El cura, amigo de Carolina estuvo muy bien, las lecturas, elegidas por mi hermano, muy adecuadas y bonitas y la música (a cargo del Cuarteto tradicional Abraira y algunos amigos más) espectacular, bonita y muy emocionante. A la salida, después de unas poquitas fotos, pues había que ir al restaurante a una hora de allí, los amigos de la Casa de Galicia nos dedicaron un baile y nos hicieron bailar otro. Simplemente magnífico.
Mientras el autobús y los coches se dirigían al Restaurante Pic-Nic en Pedrajas de San Esteban, nosotros nos hicimos unas fotos y, corriendo al restaurante en un pedazo de Rolls que la hermana de Carolina y los amigos se habían encargado de alquilar. En el restaurante Pic-Nic, todo fue genial, la comida, la bebida, la entrega de regalos, el baile. Todo cuidado al mínimo detalle, muy bonito y lleno de emoción.
Aquí tengo que decir que todo el tema del arroz en sus saquitos, pañuelos, pétalos y otras cosas de la iglesia y un fabuloso Candy Bar, lo preparó todo Carolina, que tiene un gusto exquisito. A todos los que celebréis vuestra boda, un pequeño consejo: dejad un poco de tiempo para hablar con vuestros invitados y disfrutad mucho, todo se pasa volando.
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